¿Prensa plana o digital?
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Fotografía tomada de https://www.r2mediafactory.com
Desde hace bastante tiempo, con la llegada de la era digital, se predijo el fin de los medios impresos porque lo natural es que lo nuevo suplante a lo anterior, tal y como sucede en todos los aspectos de la vida.
Sin embargo, contra todo pronóstico, y buscando fórmulas diversas, los medios tradicionales han tenido que reinventarse para no perder preferencia. Poco a poco han adecuado su modo de hacer periodismo, migraron hacia la virtualidad, y hoy participan duramente en esa batalla por dominar los espacios de información, muchos manteniendo su esencia impresa.
La llegada de Internet amenazó a las editoriales y los periódicos tal y como existían, eran fuertes con total prevalencia en el sector de la información y el entretenimiento, y, de repente, fueron arrinconados, vistos como obsoletos por muchos lectores que, guiados por otras formas de consumo, comenzaron a experimentar con lo novedoso. No obstante, además de sus tantas prestaciones, lo digital también tiene debilidades y lo impreso, fortalezas; por tanto, cada cual tiene su público fiel.
Al principio, la lógica llevó a pensar que la prensa escrita dejaría de existir, luego la realidad fue que solo dejaría de ser un producto exclusivo dirigido a las mayorías. Se evidenció una caída en picada de la circulación de todos los periódicos, y al mismo tiempo, se registró un constante crecimiento de los medios de comunicación en Internet. El negocio tradicional de la prensa apostó su futuro a la red, y es allí donde esperan encontrar el sustento posible.
El universo digital bien administrado ofrece muchas ventajas, pero resulta bastante complicado obtener ingresos en un entorno de tanta competencia. Históricamente, las ganancias de los medios tradicionales que migraron a la web han crecido con mucha lentitud, les ha costado esfuerzos, y muchos se quedaron en el camino.
No obstante, estudiosos de los medios consideran que no desaparecerá del todo, al menos, no sucederá pronto porque existen los consumidores tradicionales que viven de espaldas a las nuevas tecnologías de información y ofrecen resistencia al cambio. Para demorarlo lo más posible, la prensa de papel ha tenido que aumentar sus espacios publicitarios, y en este caso, el problema ha sido encontrar quién quiera publicitarse en un medio considerado decadente, que no llega a tantos como Internet.
Gracias a la dualidad, muchos logran sobrevivir, siempre preponderando su presencia en las plataformas digitales, con lenguajes distintos, sorteando crisis existenciales y amenazas. Se trata de un fenómeno contemporáneo que ha impuesto nuevas rutinas y soluciones dramáticas para adecuarse a un mercado emergente, pero ahí están como sinónimo de resiliencia.
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