Países Bajos aumenta control policial y virtual tras disturbios

La Policía neerlandesa, que tuvo el miércoles su primera jornada sin apenas tensiones tras cinco días de graves manifestaciones callejeras, reforzó sus efectivos para adelantarse a más disturbios y evitar una escalada, lo que llevó a la detención de una veintena de jóvenes por incitar a la violencia en las redes sociales y convocar protestas contra el toque de queda.

Según el jefe policial Willem Woelers, la noche fue más tranquila en las calles, aunque igualmente “inquieta” en las redes sociales, porque los investigadores de la policía nacional están tratando de rastrear la mensajería que se comparte en internet para convocar los desórdenes.

Las pesquisas llevaron a la detención en sus propios domicilios de “unos veinte hombres sospechosos de sedición desde sus casas”.

Entre los detenidos hay varios menores, uno de ellos es de Groninga y está acusado de “convocar disturbios” en la ciudad a través de un grupo de chat en el que escribió mensajes pidiendo, por ejemplo, llevar gasolina y saquear comercios locales.

En Drachten, Frisia, también detuvieron a un hombre de 19 años y a un chico menor de edad que pedían provocar enfrentamientos con los agentes, mientras que en Oosterhout, Breda, arrestaron a un joven de 17 años por incitación a la violencia.

Otros cuatro hombres fueron detenidos en Utrecht también por compartir mensajería en redes sociales y se enfrentan a sentencias de hasta cinco años de prisión, según la Policía.

La Fiscalía nacional advirtió de que el simple hecho de difundir un mensaje en foros de internet instando a provocar disturbios es razón suficiente para una detención, porque “en circunstancias concretas” se considera “punible compartir llamamientos a través de las redes sociales” para instar a la violencia contra las autoridades.

DETENIDOS POR OTRAS RAZONES

Además de delitos cometidos en las redes, la Policía neerlandesa también detuvo en Leiden a dos menores de 15 años y otro de 16 porque tenían sustancias inflamables que pretendían usar durante posibles disturbios por la noche.

En Róterdam, los agentes hablaron de una “jornada manejable” que concluyó con la detención de 25 jóvenes por delitos menores, como el incumplimiento de medidas aplicadas contra el coronavirus (uso de mascarillas o distanciamiento social), en unos arrestos que se produjeron antes de entrar en vigor el toque de queda, a las 21.00 hora local (20.00 GMT).

También hubo detenciones previas de sospechosos por disturbios en Ámsterdam, Haarlem y Brabante, y se está investigando su papel en lo ocurrido en diferentes ciudades antes de ponerlos a disposición judicial en los próximos días.

En Róterdam, la Policía ha detenido hoy a un chico de 14 años acusado de provocar un incendio esta noche en el edificio del teatro de un parque de atracciones del norte de la ciudad. Hay una investigación abierta para tratar de determinar si se produjo en el contexto de los disturbios contra el toque de queda.

Nadie resultó herido por el incendio. Tampoco los animales que estaban en el parque, y los propietarios del lugar podrán reconstruir la parte del edificio destruido por las llamas con dinero recaudado en una campaña de internet esta noche; una iniciativa que logró reunir más de 72.000 euros en donaciones de los socios y visitantes del parque.

PRIMERAS SENTENCIAS

Jueces de La Haya, Ámsterdam, Middelburgo (Zelanda) y Breda impusieron el miércoles las primeras condenas de servicio comunitario y prisión a los detenidos por los violentos disturbios de estos días, con acusaciones que van desde violencia hasta incitación a la misma, y con penas de cárcel de hasta cuatro meses, lo que no siempre supondrá su ingreso en prisión.

Además, la Fiscalía está estudiando cómo obligar a los arrestados a pagar los daños causados durante los disturbios en diferentes ciudades y ha confiscado de momento un coche y cuentas bancarias. Se espera que haga lo mismo con otros bienes para cubrir las facturas a las que tienen que hacer frente, entre otros, los comercios saqueados y/o destrozados.

Aunque la pasada noche ha supuesto una inflexión, la Policía subraya que sigue alerta, con un refuerzo de la vigilancia de las calles y las redes sociales para evitar una escalada de las protestas y con el ojo puesto en lo que podría pasar durante el fin de semana.

Los incidentes empezaron el pasado sábado, cuando entró en vigor el toque de queda, que es la primera restricción a la movilidad que se aplica en Países Bajos contra la pandemia desde el pasado marzo, puesto que durante estos diez meses la estrategia oficial se centró en recomendaciones a la sociedad a aislarse y mantener la distancia social por voluntad propia.