OPINIÓN: Nadie pudo con Las Tunas

Nunca pensé que la final fuera a definirse por barrida, pero luego de las dos primeras victorias en el estadio Julio Antonio Mella los Leñadores las tenían todas consigo para alzar el trono de la 62 Serie Nacional de Béisbol.

Muy maltrecho llegó el pitcheo los Leones a la postemporada, sobre todo los abridores, un verdadero dolor de cabeza porque salvo Raymond Figueredo no pudieron hacer su papel.

El cuerpo técnico encabezado por Guillermo Carmona tuvo que depender de novatos, que en momentos puntuales perdieron la concentración y fueron explotados, en parte también por ser víctimas del descontrol.

Sin rendirse, pero conscientes de que tenían por delante una tarea imposible, Industriales salió a ganar por lo menos un desafío en el Latinoamericano ante su público, pero los lanzadores de Las Tunas siguieron con su endemoniada efectividad, y solamente tuvieron un desliz en el séptimo capítulo del cuarto juego.

Con bases llenas y sin out, Rodolfo Díaz retomó el comando de sus lanzamientos y con un doble play mató la rebelión capitalina, cuya banca tampoco tenía mucho de dónde escoger tras las lesiones de Yasmany Tomás y Ariel Echevarria. Precisamente este último salió como emergente, pero estaba claro que todavía no se encontraba en condiciones de aportar.

A los tuneros todo les salió bien, hasta machucones y conexiones con bates partidos que cayeron en tierra de nadie y provocaron anotaciones; sencillamente eran invencibles en esta campaña, y eso que perdonaron varias carreras por deslices en el corrido de bases, su único punto criticable en estos play offs.

Los serpentineros citadinos mostraron condiciones, pero necesitan trabajar mucho más sobre todo en el control, que fue su principal enemigo.

En cambio, el de los orientales no tuvo días malos, y sus toleteros tampoco creyeron en pelotas de poco bote y se las arreglaron para fabricar anotaciones.

En todo esto sin dudas el gran mérito es para el colectivo encabezado por Abeisy Pantoja, digno heredero de Pablo Civil, que comenzó con este trabajo integral junto a todos ellos hace más de un quinquenio.

Esa filosofía de juego, ese manejo moderno del bullpen, ese trabajo con la velocidad en función de la ofensiva, venía siendo aplicado desde hace años y rindiendo fritos, hasta coronarse ahora con este primer título sin necesidad de refuerzos.

Mención especial para Danel Castro, el rey del hit de la pelota cubana, que se retirará en lo más alto, y porque quiere, pues realmente nadie le regaló ser el tercer bate en esta poderosa alineación a su avanzada edad. Ya sus metas en cuanto a números las cumplió, y enfundarse el uniforme rojo y verde a estas alturas demanda para él un sacrificio extra, así que es el mejor momento para colgar los spikes. No obstante, con su sapiencia estoy seguro de que será de muchísima ayuda en el futuro como entrenador de bateo.

Respeto para Industriales por llegar hasta donde llegó, pero reverencia total para Las Tunas, que fue el mejor de esta Serie de principio a fin.