Olfídez Sáez hizo los deberes dorados en Cali

Ya habíamos comentado lo medular que deviene el Abierto de Cali para los halteristas cubanos. No solo por el hecho de cerrar su ciclo competitivo antes del otorgamiento definitivo de plazas a Tokio, sino además por la posibilidad de modelar a no pocos rivales de Iberoamérica.

Ante semejante enrtramado este jueves Olfídes Sáez (89 kg) hizo sus deberes en la división de los 89 kg, en lo que se agenció bronce en arranque y oro en envión y total.

Según información brindada a Jit por el delegado del equipo, Yunel Caballero Roselló, Sáez levantó 193 kg en el llamado clean and jerk, para redondear biatlón de 343 kg.

Antes, en el arranque, sustentó su bronce con alzada de 150 kg.

Su rendimiento fue el más notorio entre los tres antillanos en concurso este jueves, pues Marina Rodríguez (64 kg) concluyó cuarta en el primer movimiento y el biatlón, con cifras de 90 y 202 kilos, respectivamente, mientras en el envión se colocó sexta (112).

Cerró el performance Melisa Aguilera (76 kg), cuarta en el envión con 121, y quinta en arranque y biatlón, con cotas de 96 y 217, por ese orden.

De vuelta a Sáez, nacido el 24 de septiembre de 1994 y uno de los pesistas más experimentados de nuestra armada, así como a sus coequiperos cabe señalar que hace apenas tres semanas encararon el Panamericano de la disciplina en Santo Domingo, justa para la cual buscaron acercarse en el mayor porcentaje posible a un pico máximo de rendimiento.

Entonces, se desprende por lógica que ahora en tierras cafeteras, sus ejecuciones deberían estar por debajo de esos totales de Quisqueya, a tono con la curva descendente, para luego volver a buscar la forma óptima de cara a Tokio.

De hecho, allí totalizó 355 (160-195) que lo ubican en el peldaño 12 del ranking universal, comandado por el armenio Karen Avagyan 375 (175-200).

A este lado del Atlántico lo mejor lo exhibe el cafetero Diego Fernando Betancur 365 (165-200).

Sáez posee como mejores registros los 366 (160-206) de la cita multideportiva continental en la capital peruana, que lo avalaron octavo del listado en ese año; con el también cubano nacionalizado chileno Arley Méndez 375 (170-205), a la cabeza.

Sucede que en Lima, ante la ausencia de los 89 kg, Sáez pugnó en los 96, recalando en el cuarto puesto.

Si analizamos sus fortalezas como pesistas hallamos, que como ha sido tendencia en la última década dentro de las escuadras nacionales, el envión es su movimiento más sólido, aunque todavía dista de los mejores exponentes en la élite de su categoría.

Tomemos como ejemplo lo acontecido en la fase de Copa del Mundo de Roma 2020, en la cual Sáez se hizo de los tres títulos a razón de 359 (163-196).

Ahora comparemos esos rendimientos sobre la plataforma con los que exhibieron los medallistas en los Campeonatos Europeo y Asiático de la presente temporada:

Europeo:

1. Karen Avagyan-ARM. Totalizó 375 (175-200).
2. Revaz Davitadze-GEO. Levantó 374 (171-203).
3. Andranik Karapetyan. Culminó con 365 (170-195).

Asiático:

1. Kianoush Rostami-IRI. Alzó 373 (167-206).
2. Nurgissa Adiletuly-KAZ. Culminó en 372 (169-203).
3. Zarvarbek Zafarjonov-UZB. Compiló 368 (166-202).

A tono con esta radiografía y tomando como un último referente el Campeonato Mundial de 2019, los 355 kg de Sáez en la capital dominicana le hubiesen merecido en Pattaya el onceno peldaño.

Allí reinó el tambiñen armenio Hakob Mkrtchyan 375 (167-208), un total en el que se han estado moviendo varios pesistas de naciones con poderío, sin contar a China, que no se ha mostrado en dicho peso con su carta de triunfo.

Si en definitiva se inscribe a Tokio, sería un buen rendimiento para nuestro exponente colocarse entre los ocho primeros de su división.

Algo que tendría mucho más complicado en los 109 Juan Columbié, quien cerrará la actuación cubana en Cali hoy.

Pero todo eso está por verse. Lo más inmediato en definitiva es ver cuántos cupos nos otorgan para salir a pelear en la capital nipona.