NBA: Contundencia de un dúo e interrogante del segundo acto finalista
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Suena la Spalding en la Burbuja de Orlando, mientras la Molten se hace sentir en tabloncillos españoles y del resto del Viejo Continente. Los amantes del baloncesto están de plácemes estos días porque ciertamente es “Showtime”.
Trataremos entonces de acercarnos a la final de la NBA, y al desempeño del cubano Jasiel Rivero en la ACB o Liga Endesa ibérica, pues el capitalino de 2.06 metros y 26 años es en este minuto, junto al pívot santiaguero de 2.11 metros, Javier Jústiz, el mayor referente del deporte ráfaga antillano extrafronteras.
Comenzaremos por el duelo entre los Ángeles Lakers y el Miami Heat, que hoy verá su segundo acto luego de que los angelinos se impusieran con holgura 116-98 en el choque inicial.
Hablábamos de la batalla en la pintura, de ese elemento crucial en las aspiraciones de ambas franquicias. Pues en esa primera escena los angelinos dominaron los tableros a su antojo: 54 rebotes, de ellos nueve ofensivos, por 36 (5) de los hombres del Heat. Eso, independientemente de que los puntos en la pintura dejaron a los miamenses con un balance ligeramente superior 46-38.
Sin embargo, eso no lo es todo. En el orden individual el tridente de James, Davis y Howard se combinó para 30 tableros, además de otros ocho a la cuenta de Kyle Kuzma, su mejor departamento.
Del otro lado de la cancha entre Adebayo (4), Crowder (2), Robinson (4), Nunn (5), y Olynyk (5), solo acumularon 20, poco más de la mitad de los más activos de sus oponentes, quienes también salieron con mayor poder resolutivo y actitud en cancha, tanto en ataque, como en el a veces subestimado costado defensivo.
Otra clave fue sin dudas el poderío anotador de James-Davis. Descansadamente es la dupla de jugadores más dominante de la NBA y la noche de miércoles se conjugaron para 59 puntos, 22 rebotes y 14 asistencias. Un dato interesante: Cuando estos crakcs se combinan para 60 puntos o más tenían un récord invicto en la presente campaña. El miércoles frisaron ese total.
En el costado opuesto Jimmy Buttler se sintió bastante solo. Sus totales (23-5-2), únicamente hallaron respaldo en el sorprendente novato Tyler Herro (14-3-4) y Kendrick Nunn (18-2-5), ambos viniendo desde la banca.
Si analizamos los porcentajes, Lakers se mostró mejor en toda la línea: 45.2%-42.7 en tiros de campo; 39.5%-31.4 en triples; quirúrgicos 92.6% (25en 27), por 78.6% en libres; 26-23 asistencias; 8-5 en el balance de bloqueos; y 7-4 en el de robos…
¿Clave en el desenlace? La congelación que le dieron los Lakers al Heat entre los segundos cinco minutos del segundo cuarto, y los cinco iniciales del tercero. Miami gozaba de una ventaja de 11 cartones que en ese lapso se convirtió en desventaja de 14, para nunca más volver al duelo, al punto de que al termino de ese tercer parcial la pizarra reflejaba un 67-93 adverso.
Y también el hecho de que las dobles marcas y defensa por zonas del Heat, medulares hasta esta instancia, no funcionaron ante la dupla James-Davis, que hallaron la capacidad para asistir a sus compañeros libresx ante la presión defensiva. La muestra fueron los 15 triples embocados por los Lakers.
Otro elemento de consideración fue la combinación en la conducción de James-Rondo-Carusso para superar la de Dragic-Nunn, forzado a entrar por la lesión del base titular.
Para colmo de males al parecer el fantasma de Daniel Day Lewis se posó sobre los comandados por Erick Spoelstra.
Lo digo porque tres de sus principales cartas se lesionaron en ese hemisferio de sus respectivas anatomías:
Jimmy Butler se torció el tobillo izquierdo en el segundo parcial y se retiró en el cuarto cojeando…
Goran Dragic, el mejor anotador del Heat en la postemporada, apenas jugó 15 minutos, con seis cartones al lesionarse su pierna izquierda. Se especula sobre un desgarro plantar, lo que le haría peligrar su participación en lo que queda de serie.
Y Bam Adebayo, también abandonó la duela, tras resentirse su distensión en el hombro izquierdo después de haber jugado solo 21 minutos y anotado ocho unidades.
Así queda la mesa servida para el segundo duelo finalista, que, con semejantes truenos en el banquillo miamense, acentúa aún más el cartel de favorito de los Lakers. Esperemos a ver qué sucede en cancha.
Desde Europa, el Burgos de Rivero
Ya el cierre de la campaña precedente para el San Pablo Burgos de Jasiel Rivero (2.06 metros-26 años) fue bastante alentador: semifinales de la Champions League y performance de relieve frente a clubes de notoria prestancia, como su victoria ante el Real Madrid.
El Burgos comenzó esta temporada 2020-2021 impetuoso. Cedió 86-89 en un choque no apto para cardíacos en la apertura, precisamente ante el Barca, con una dudosa falta pitada sobre Rivero en los compases finales.
Luego han sacado par de contundentes victorias, 92-60 a costa del Herbalife Gran Canaria; y 90-77 sobre el Acunsa Gipuzkoa 90-77.
En este último desafío Rivero fue clave con 16 tantos, 6 rebotes, tres asistencias y valoración de +25.
Si vamos a las generales, el Burgos aparece sexto de la tabla, con 268 puntos encestados y 226 permitidos, lo que arroja una media de 89.33 por encuentro, la tercera más alta del joven certamen. Además, se coloca segundo en valoración (101.33), y rebotes defensivos (28 por choque); tercero en asistencias (21.33), y punteros en tiros de dos puntos (61.68%).
Rivero ha sido medular en ese performance. Sus números lo avalan, pese a un comienzo algo gélido ante el Barca. Acumula nueve cartones por desafío, con 5.0 rebotes, dos asistencias, y +14 de valoración. Eso aderezado con 63.6% en tiros de dos; 50% más allá del perímetro; y los libres en calidad de materia pendiente aún (63.6).
Eso promediando 20.35 minutos por enfrentamiento, señal de que además de ganar en confianza, la directiva le ha conferido mayor protagonismo, incluso saliendo en el quinteto titular.
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