En la manifestación convocada por los tres sindicatos más grandes del país en Bruselas, miles de personas salieron el viernes a las calles de la capital para rechazar el aumento del costo de vida y exigir mejores salarios a fin de contrarrestar la galopante inflación.

La protesta ha afectado a los servicios públicos, especialmente los sistemas de transporte público, e interrumpido la cumbre de la Unión Europea (UE) de esta semana.

En el aeropuerto de Bruselas, el 60 % de los vuelos del viernes fueron anulados, mientras que en el de Charleroi (sur de Bélgica) las cancelaciones alcanzan el 30 % de los desplazamientos programados, según la agencia de noticias Belga. La jornada más reciente de protesta de este tipo tuvo lugar el pasado 9 de noviembre.

Los manifestantes denuncian que el gobierno federal del país y las autoridades de la Unión Europea no están ayudando adecuadamente a los ciudadanos durante la actual crisis económica, a la vez que se preguntan cómo la UE puede reservar 20 000 millones de euros para Ucrania en 2023.

Las sanciones energéticas de la UE contra Rusia por el conflicto con Ucrania han tenido un efecto contrario para los propios países sancionadores. La inflación en toda la Eurozona ha alcanzado su máximo histórico y se sitúa en un 10 %.

Los precios del petróleo, el gas, el diesel, la gasolina y la electricidad están por las nubes. Sin embargo, los salarios no están subiendo, algo que ha desatado las protestas y huelgas masivas en los Estados europeos.