Miguel Barnet: «Las vándalos no van a gobernar nunca Cuba»

Yo soy el que anda por ahí/ empujando un país/ No es una fantasía, es cierto,/ me he pasado la vida empujando/ un país./ Con grandes piedras del camino/ y mis zapatos gigantes/ he ido poco a poco empujando un país...

Este poema ha hecho metáfora el empeño de muchos cubanos. Es, una vez más, la voz del poeta que se hace voz de miles. Su autor, Miguel Barnet, no ha querido quedarse callado ante los recientes actos desestabilizadores en varias ciudades del país. «Mi conciencia no me lo permite. Mi compromiso con mi país no me lo permite. A lo mejor algunos no los comprenden, pero en momentos difíciles como los que vivimos, no se puede poner en riesgo a la Patria».

En declaraciones para CubaSí, el escritor y etnólogo cubano, presidente de honor de la UNEAC, afirma que su posición es la de siempre: «Inclaudicable, con los principios de la Revolución Cubana. Este pueblo ha vivido momentos difíciles a lo largo de la historia, situaciones cruciales como la que vivimos ahora. Pero la de ahora es más complicada, porque viene acompañada por una terrible pandemia.

«Por lo tanto, este tiene que ser un momento de reflexión y cordura. Tenemos que mirarnos por dentro. Tenemos que tener claro que defendemos los valores de una Revolución que ha aplicado la justicia en todos los órdenes. En la salud, en la educación, en la cultura... está la obra de esta Revolución. No es palabrería, es obra concreta.

«Creo que es hora de cerrar filas. No con un patriotismo de barricada, sino con un patriotismo consciente. Con esa conciencia que nos sembró Fidel. A lo que no podemos llegar nunca es al neoliberalismo, al capitalismo salvaje. Eso nos los inculcó Fidel. La única solución para los grandes problemas de este continente es el socialismo. Porque el socialismo defiende el más preciado de los derechos humanos: el derecho a la vida. Convendría reflexionar sobre eso.

«Cuba es un país de paz, y por tanto, hay que defender la paz. Hay que enfrentar el vandalismo, esa actitud inconsciente y punible de esos que van a romper vidrieras. ¿Qué se puede esperar de esos vándalos? ¿Cuál es su programa? ¿De verdad ellos creen que van a gobernar este país? Jamás, eso no lo permitiremos. No lo permitirá la gran mayoría de este pueblo.

«Insisto: somos un país de paz, pero ahora mismo estamos en guerra. En guerra contra el coronovirus, en guerra contra el bloqueo. E insisto: es el momento de cerrar filas con la Revolución, que es la que nos ha convertido en un baluarte de dignidad».