Memorial de la Denuncia, otro homenaje a Fidel

El Memorial de la Denuncia arriba hoy al aniversario séptimo de su fundación el 13 de agosto de 2007 en coincidencia su apertura con una fecha memorable y en homenaje al cumpleaños 81 del Comandante en Jefe Fidel Castro, su promotor.        

  Desde entonces, numerosos visitantes cubanos y extranjeros comprueban en sus salas el impacto de la  guerra generalizada  de los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba, que ya ha costado más de tres mil víctimas.

   Elena Caballero Prieto se encuentra al frente de la institución desde que abrió sus salas al público, en ocasión del aniversario 81 del natalicio de Fidel, en un acto encabezado por Miguel Dìaz Canel-Bermúdez, actual Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República.

   Caballero Prieto contó su historia a la Agencia Cubana de Noticias hasta en sus más mínimos detalles:              

  Sita en la calle 14, esquina Avenida 5ta. en Miramar, municipio capitalino de Playa, la instalación cuenta con tres casas, en la primera se encuentran las salas permanentes dedicadas a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, entre otras, y a la del terrorismo de Estado.

   Además, la transitoria, especializada en las artes plásticas, donde había  una exposición del Héroe de la República de Cuba, Antonio Guerrero; la sala audiovisual, y un punto de venta de libros.

  En la segunda, aparece la dedicada a la guerra mediática y a la económica, las de manipulación del tema migratorio y una llamada «Nuestra fuerza es la fuerza del pueblo». Una tercera acoge la Polivalente, en la que se prestan varios servicios, la ludoteca, la biblioteca y la  de navegación.

  El espacio que hoy ocupa el Memorial fungió, en marzo de 1989, como Museo de los Órganos de la Seguridad del Estado, posteriormente del Ministerio del Interior hasta que en 2011 se iniciaron los trabajos que llevarían a la creación del Memorial de la Denuncia, un lugar donde los cubanos mostramos al mundo, con pruebas contundentes, las cientos de agresiones que ha sufrido nuestro pueblo y cómo hemos sido capaces de resistirlas.    

  En cada lugar, incluso en el más minúsculo que pueda existir, está presente Fidel. Al entrar nos recibe su histórica frase: «¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!».

  Aquí encontramos, entre algunos de los objetos, restos del avión de Cubana saboteado el 6 de octubre de 1976, varios tipos de fusiles que iban a ser utilizados para asesinar a Fidel, documentos desclasificados por la CIA sobre los intentos de actos terroristas planificados para menguar la voluntad del pueblo cubano a vivir libres y soberanos.

   También muestras de la guerra biológica, como las epidemias de dengue y fiebre porcina, prendas de compañeros asesinados en el cumplimiento de su deber, como  las pertenecientes a Manuel López de la Portilla, primer mártir de la Seguridad del Estado (16 de julio de 1960), y Orosmán Dueñas Valero,  también ultimado el 9 de enero de 1992, durante los hechos criminales de Tarará, cuando elementos inescrupulosos intentaron abandonar ilegalmente el país.

  Cuba es uno de los grandes laboratorios de la guerra sicológica y uno de los primeros ejemplos que data de 1961: la CIA, en alianza con la Iglesia Católica cubana, difundió la falsa noticia de que la Revolución se disponía a retirar la «patria potestad» de niñas y niños en la Isla.

   El pánico generado provocó la salida del país de cerca de 15 mil menores de edad en la llamada Operación Peter Pan. Hoy este hecho también está presente en las salas del Memorial de la Denuncia, al igual que  la doble explosión del vapor La Coubre.

  Estas pruebas contundentes se hallan expuestas en modernas tecnologías aplicadas al concepto de la museografía, de forma tal que el público puede interactuar con ellas.

   El propio visitante a través de pantallas táctiles con líneas de tiempo, infografías con hechos históricos, materiales con efectos holográficos, filmes, y otros recursos con la finalidad de acercar la interacción con el público, puede buscar la información deseada y conocer su historia.

   Para los jóvenes, el Memorial se asume de una manera contemporánea, moderna y de vanguardia. Muchos padres que visitan el sitio con sus compañeros de trabajo o llegan para la firma de compromisos laborales o éticos, después de recorrerlo, se comprometen a volver con sus familias, en especial con los niños y los jóvenes.    

  Ello ha hecho que en la cifra de visitantes se aprecie con fuerza la presencia de estos últimos entre los que más acuden al lugar.

  La Casa Nº 1208 era utilizada para uso familiar, desde el 29 de marzo de 1926 hasta el 13 de mayo de 1955 y a partir de esta fecha ambas prestan servicio con idénticos fines a la misma institución militar hasta diciembre de 1958.

   Al triunfar la Revolución Cubana estaban cerradas  y en el mes de diciembre de 1959 se instalan en ellas la Sección de Operaciones del G-2 del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

   Entre los meses de noviembre  y diciembre de 1962,  prestan servicios a los planes de educación y superación del Gobierno Revolucionario para niños y jóvenes de todo el país.

   Son utilizadas por las escuelas Ana Betancourt y 1ro. de Mayo, conocida por Los Mayitos y además por la escuela  Antón Makarenko.

   Aproximadamente durante unos 12 años prestan servicios en los planes educacionales hasta 1974 y  continúan en estas mismas funciones, pero en la Sociedad de Educación Patriótica Militar, del MINFAR.

  El 26 de marzo de 1989 es inaugurado el Museo de la Seguridad del Estado con la presencia de nuestro Comandante en Jefe, en homenaje al XXX Aniversario de la fundación de este órgano,

   El 6 de junio de 1991, en saludo al Aniversario XXX del Minint, se amplían sus salas y las muestras expositivas a otros órganos principales del organismo y se convirtió en su, .

   En 2011, su jefatura tuvo en cuenta las posibilidades de las nuevas tecnologías y decidió transformarlo, mediante una importante inversión, en un moderno centro cultural para la investigación, exposición y conservación de la memoria histórica de las agresiones a la revolución cubana en el último medio siglo.

   La Misión de este Memorial es denunciar al mundo, con pruebas contundentes, las agresiones perpetradas por los Estados Unidos hacia el pueblo cubano durante más de 60 años,  crear y fortalecer valores patrióticos y convicciones antiimperialistas en las nuevas generaciones de cubanos, el rol del pueblo y sus dirigentes en el enfrentamiento al imperialismo y sus mercenarios.

  Es  memorial y no un museo, porque rinde homenaje a las víctimas por estas agresiones.