Situaciones para personajes o personajes para situaciones, ¿cuál es la tendencia en la Telenovela cubana?

Ahora observamos cómo las telenovelas cubanas cada vez más utilizan diversos conflictos y los enraízan en la Cuba actual, los hacen más verosímiles y agradables para captar a la teleaudiencia como ha sucedido en las últimas propuestas trasmitidas.

Desde hace décadas veo las telenovelas cubanas y brasileñas y sé que cada vez los especialistas, guionistas y realizadores estudian las obras más populares con el objetivo aplicar su fórmula de éxito o ganchos para satisfacer el gusto de los televidentes. En los años ochenta circuló un texto titulado: La telenovela (en Brasil), de Yamira Youssep Campedi, traducido al español para la Televisión Cubana e impreso en mimeógrafo con muy pocos ejemplares para los  especialistas y las bibliotecas del ICRT.

En el texto se analizaban algunas telenovelas y se enfatizaba en los diferentes  conflictos (Youssep le llaman plots) que resultaban de mayor interés a la teleaudiencia como: la falsa identidad, la persecución de la inocencia, el triángulo amoroso, el tema de la Cenicienta, el secreto de familia y otros. Ahora  observamos cómo las telenovelas cubanas cada vez más utilizan esos conflictos y los enraízan en la Cuba actual, los hacen más verosímiles y agradables para captar a la teleaudiencia como ha sucedido en las últimas propuestas trasmitidas.

Cabe destacar que un aspecto que las telenovelas brasileñas logran de forma magistral es el manejo de los roles de los personajes, en los que crean situaciones para ellos. Por eso, cuando ocurre una situación determinada, los personajes principales, reaccionan a ella intensificando más los conflictos y marcando más sus perfiles sicológicos y caracteres.

Ahora bien, enfocándome en la telenovela cubana “Renacer” (que se trasmite actualmente por el canal Cubavisión y fue escrita por Yoel Monzón Monzón) los  roles de los personajes son muy importantes y tienden a ser enriquecidos al máximo por el guionista, pues cada uno de ellos ejerce diferentes funciones o relaciones dentro de la trama. Por ejemplo, Fabián (Andros PerrogurrÏa), el co-protagonista, es dueño de un Hostal; enamorado de Odette-Aitana (Eilén Acosta), la protagonista; amigo y empleador de la Chef Sofía (Mirta Lilan Pedro) y de su hijo Lian (Alejandro Guerrero), joven controvertido; Fabián es  ex-novio de Belkis, la villana; primo Osniel, el joven drogadicto; hermano de César, otro pretendiente de Odette-Aitana.

Estos roles permiten desarrollar más el desempeño dramático de los personajes. Cuando el Fabián descubre la verdadera identidad de Aitana, se siente traicionado por Aitana, por Sofía, su amiga y empleada. El hijo de Sofía: Lian vendió el secreto de la dirección anterior de  la protagonista a Berlkis quien se va al pueblito para sembrar cizaña y separar a los enamorados y seguir luchando para evitar el triángulo amoroso. Cuando  ella regresa a La Habana, chantajea a Aitana y logra separarla de su ex-novio. La chismosa del barrio, Iris (Raisa Debeche), también saca provecho de esta situación y coloca a su sobrina como empleada en el Hostal de Fabián.

Mientras más se interrelacionan los personajes, la telenovela logra mayor cohesión, unidad y el público entiende más las reacciones de los personajes que ya conoce, y se siente más cómodo ante la propuesta. Además, el escritor debe sorprender al público con reacciones  insospechadas, pero verosímiles de los personajes. Con ello logrará interés y suspenso, tan importantes en las obras dramatizadas.

Recuerdo cuando se transmitía “Viceversa”, telenovela escrita por Almícar Salatti y Joel Infante que generó debate en las redes, además de comentarios alertadores. Un usuario predijo ante el atropellamiento del albañil gay que el conductor y culpable de aquella muerte sería Jesús (Hilario Peña) en su rol de chofer y que era, además, el padre de El Yeti, el joven drogadicto; hijo del matrimonio de la tercera edad y hermano del CVP. Pues claro que sería Jesús, ¿para qué buscar otro actor y construir otro personaje que solo debía aparecer conduciendo un auto, atropellando a una persona para después desaparecer? Esto en temas de presupuesto, encarecería  la telenovela. Si era Jesús  se podía explotar más las aristas de su personalidad ya definida, sus contradicciones y el pesar del atropellamiento que desbordaba más su crisis existencial como padre, esposo, hermano e hijo.

No se trata de crear personajes para situaciones,  sino de aprovechar los roles de los personajes ya construidos para fortalecer más el argumento, las historias y los subtemas de la obra, como lo hicieron los guionistas. Así se logra que los personajes, como parte de la ficción, se desarrollen y se consoliden más en la telenovela y al mismo tiempo, sean más cercanos a la teleaudiencia.

Por eso, en las últimas entregas de las telenovelas cubanas se desarrollan mucho las situaciones para personajes y no lo contrario. Los personajes en sus roles se aprovechan al máximo para alcanzar mayor coherencia, unidad y calidad en las propuestas. Consecuentemente las últimas telenovelas transmitidas por Cubavisión han marcado una actualidad mayor en la forma de escribir y hacer el audiovisual en Cuba, acorde cada vez más con las nuevas formas expresivas del audiovisual  internacional.

Tomado de envivo