Rubén Darío Salazar, premiado por ser y hacer la felicidad desde el teatro

Fue noticia recientemente: Rubén Darío Salazar Taquechel, fundador y director de la compañía Teatro de las Estaciones, recibió el Reconocimiento a la Gestión Escénica Iberoamericana "Guillermo Heras", otorgado en el marco del Año Iberoamericano de las Artes Escénicas.

Lo he dicho siempre, Rubén es un genio y los que tuvimos el privilegio de ser niños o adolescentes hechizados por él, agradeceremos siempre que nos haya cambiado ñoñerías por desafíos sensoriales, por ejercicios de sensibilidad y de inteligencia, que jamás haya pensado en hacer obras para niños y niñas, sino para los hombres y mujeres en que nos convertiríamos al día siguiente o muchos años después de salir del teatro.

Ahora mismo, el creador de ese lugar feliz que es Teatro de las Estaciones, sea en la sala Pepe Camejo o en cualquiera otra donde se presenten, ahora mismo, está convaleciente de uno de esos virus que mantienen desvelada a la siempre tranquila ciudad de Matanzas, sin embargo, este fin de semana se fue al teatro, porque solo allí es dichoso. Así lo expresó en su muro de Facebook:

“Los actores y los técnicos preparándolo todo, los títeres en su lugar, las luces bien dirigidas, el sonido adecuado. Pasar las canciones de UN RASTRO EN LAS ESTRELLAS, nuestra versión titiritera de El Principito en Teatro de Las Estaciones, sentir el público afuera, esperando, deseoso de entrar para ver la función. Hacernos la foto de antes de empezar, presentar la función...la música que ya se escucha, ese gozo raro y único de la representación, aunque sea en un teatro prestado (Sala Teatro El Mirón Cubano) , en otro horario (10:00 am), los niños, niñas y familias han venido y ese es el mayor premio. Algunos nos ven por primera vez, otros son reincidentes y saben por dónde van los caminos de la magia de las figuras, esas que nos hacen felices a todos...¡Qué maravilla hacer teatro! Convalesciente y todo, preocupado por mil cosas de la sociedad, el arte y la vida, hoy soy un hombre inmensamente FELIZ”.

Y así, como un servidor cuya mayor ganancia es el infinito placer de crear, aceptó el premio que acaban de otrogarle:

“Soy un hombre de Iberoamérica, que hablo español, por tanto, hago también teatro en español. Comparto mi teatro en español. Recibir un premio como este Reconocimiento a la Gestión Cultural Iberoamericana Guillermo Heras y Guillermo fue un gestor español espectacular, un hombre de teatro puro, pues tiene una gran significación y es una gran fiesta para el alma, sobre todo porque el teatro se hace compartido. 

“Es una fiesta que comparto con todos mis colegas que me han ayudado a trabajar, a hacer lo que he hecho en todos estos años, sea publicar un libro, hacer un documental, filmar un videoclip, un teleteatro, hacer un espectáculo, una exposición, dar un taller, organizar una conferencia, un evento...

“Y realmente, qué bueno que te premien por hacer lo que uno disfruta, por hacerlo como le gusta, por hacer lo que a uno le apasiona y le hace vivir. Los premios, nunca jamás, deberían paralizar, ni detener, ni estancar. Mientras uno está vivo, mientras uno está de pie en la tierra, le faltan muchas cosas por hacer. Siempre, en el teatro, en la vida, hay cosas por hacer, por mejorar, por desarrollar, por investigar o por rescatar. Así que vivir es también seguir haciendo cosas”.

Según la nota divulgada por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas, “este galardón tiene como propósito destacar a quienes han contribuido de manera sobresaliente al desarrollo de las artes escénicas en la región. La trayectoria de Salazar Taquechel, marcada por su compromiso con el teatro cubano, la dirección artística y la promoción cultural, lo consolida como una figura esencial en el ámbito escénico iberoamericano”.