Marco Rubio, una veleta en Estados Unidos
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Ciertos políticos veleta, entre ellos el senador Marco Rubio, pueden estar indicando la dirección del Partido Republicano en Estados Unidos, según valora hoy la presentadora del podcast del New York Times, Jane Coaston.
Es 'irónico' que el senador Rubio (republicano de Florida) esté en contra de la propuesta del senador Mitt Romney (republicano de Utah) sobre el subsidio para el cuidado de los niños, plantea Coaston.
Recientemente, un artículo de opinión suscrito por Frank Bruni en el diario The New York Times, aireó aspectos sobre la personalidad del político cubanoamericano.
Fue a principios de 2016, durante la campaña para la nominación presidencial republicana, cuando el senador, dolido por el apodo que le puso Trump ('Pequeño Marco') empezó a señalar a los votantes sus partes íntimas, indicó.
'Mide como 6-2, por lo que no entiendo por qué sus manos son del tamaño de alguien que mide 5-2', dijo Rubio a los votantes en un acto de campaña a finales de febrero de ese año.
Sin embargo, el político 'ha hecho acopio de energía extra para demostrar lo ferozmente leal a Trump que puede ser', señaló el comentarista.
Pero, agrega en tono de broma, ese esfuerzo 'también huele a desesperación. 'El pequeño Marco', como ves, puede tener un gran problema. Es rubio, es implacable, tiene una nueva dirección en Florida y se escribe I-V-A-N-K-A'.
'La Trump más brillante y su engreído marido, parias ahora en la ciudad de Nueva York, precisa, se mudaron, y se especula que su reubicación presagia una candidatura al Senado para ella en 2022, cuando Rubio puede intentar reelegirse.
Ivanka sería la peor pesadilla de Rubio. También sería su venganza perfecta. Él habría hecho todo ese cambio de forma, convocado toda esa adulancia y vendido para nada, sostiene Bruni en tono irónico.
Retomando como actúa el senador 'veleta', Bruni recuerda que cuando formó parte de un grupo bipartidista que evaluaba una reforma migratoria se mostraba 'pragmático' pero, ahora, despotrica contra la 'amnistía'.
Es un populista al estilo del expresidente, contento con un papel de payaso en el circo del Partido Republicano, subraya Bruni.
El senador por Florida dice lo que cree que exige el momento, lo que mantiene el viento en sus velas, porque no le importa el hecho de que una vez dijera algo completamente diferente, sostiene el analista.
El destino del político cubanoamericano fue convertirse en lo que Trump llamó una vez, no sólo exuberantemente sino proféticamente: un hombrecito, acentúa Bruni en sus valoraciones.
Rubio no renuncia a buscar protagonismo como muestra un tuit de Johana Tablada, subdirectora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
'El senador se opuso con fuerza ayer a la confirmación del experimentado Tom Vilsak como secretario Agricultura del gobierno de Joe Biden . Única razón fue que #Vilsak, vino a Cuba (como otros miembros gabinete Obama)'.
Todo es posible en las 'viñas del señor' y más cuando el senador no oculta su interés de llegar a la Casa Blanca, algo posible si no se airean sus trapos sucios, incluso vínculos familiares con el narcotráfico, según medios.
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