Lucha cubana volvió a la cumbre en Santiago

Hubo que esperar hasta el último combate, pero en definitiva Cuba dominó el medallero general de la lucha en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023.

La mayor de las Antillas era la nación con más preseas en este deporte al inicio de la jornada conclusiva, pero Estados Unidos lideraba la clasificación con siete oros, tres más que la comitiva antillana.

O sea, que para terminar primera la nación caribeña tendría que ganar las cuatro divisiones que se disputaron en la jornada: 67, 87, 97 y 130 kilogramos del estilo greco.

Daniel Gregorich inició la senda dorada con venganza incluida al llevarse el oro de 87 kilogramos tras derrotar 5-1 al venezolano Luis Avendaño, quien le ganó cuatro años atrás en semifinales.

También contra un venezolano se impuso el flamante campeón del orbe Gabriel Rosillo (97), y luego el dorado olímpico Luis Orta ratificó su favoritismo en los 67 kilogramos al barrer por superioridad técnica (10-1) al colombiano Julián Horta. 

Restaba entonces la final de 130 kilogramos, con un protagonista de Cuba y otro de Estados Unidos, por lo que quien saliera airoso rompería el empate en la clasificación por países, y fue el antillano Oscar Pino quien se llevó el gato al agua, tras doblegar 6-0 al estadounidense Cohlton Schultz.

Con este título, la Perla del Caribe cerró con ocho metales dorados, cinco de plata y tres de bronce, por 7-3-1 del gigante del norte, mientras que Brasil terminó tercero con 2-1-1.

En la jornada anterior había quedado en deuda Yosvany Peña (77), mientras que el jovencito Kevin de Armas (60) cerraba con una meritoria presea de plata, luego de batirse como una fiera. 

En el femenino, Milaimys Marín también tuvo su revancha ante la colombiana Tatiana Rentería, con quien perdió en semifinales 2-4 en los Centroamericanos y del Caribe de San Salvador, pero ahora superó a la sudamericana por el cetro.

Yusneylis Guzmán (50) fue la otra campeona entre las damas, para ratificar su reinado de Lima 2019, como habían hecho antes también Orta y Rosillo.

Del mismo modo, los dos monarcas del estilo libre varonil lo hicieron por segunda ocasión consecutiva: Alejandro Valdés (65) y Yunieski Torreblanca (86), ambos sentando cátedra en sus respectivas divisiones.

En sentido general fue otra actuación espectacular de la lucha cubana en un escenario que se torna cada vez más complejo por el ascenso de los rivales, en muchas ocasiones entrenados por técnicos cubanos, e incluso con atletas formados aquí.

Como mismo ocurrió en suelo salvadoreño, Cuba estuvo presente en todos los podios de la lucha, que volvió a ser de los deportes más productivos en citas multideportivas.