Los Dodgers, ¡Al fin!

Bien cerca estuvieron los Dodgers de Los Ángeles en los últimos años de llevarse el título de las Grandes Ligas del béisbol estadounidense, pero por una razón u otra, se les resistía el cetro.

Millonarias inversiones no acababan de dar el resultado añorado desde hace más de tres décadas, aunque justo es reconocer que, además de algunos sonados fracasos, se vieron directamente perjudicados por las trampas que aplicaron Medias Rojas de Boston y Astros de Houston en sus respectivas Series Mundiales.

Sin embargo, parece que encontraron la pieza clave: Mookie Betts, coincidentemente la estrella de aquel conjunto de Boston que los dejó con las ganas dos temporadas atrás. Además de brillar a la defensa en la serie contra los Bravos de Atlanta, Betts sobresalió en la Serie Mundial, y en el último encuentro fue vital con un corrido para anotar la segunda carrera, y el cuadrangular que puso el definitivo 3-1 en el duelo que les deparó el trono.

De acuerdo, no es el MVP porque Corey Seager regaló batazos claves, como pudo haberlo sido también el lanzador mexicano Julio Urías, pero Betts era el eslabón perdido, el granito de arena que necesitaba la glamorosa franquicia angelina para volver a festejar en grande. Por cierto, que Los Ángeles tiene ahora dos de los tres títulos más importantes del deporte estadounidense, si se suma el de los Lakers en el baloncesto.

Fue también un premio largamente añorado por el considerado mejor lanzador de la Liga, Clayton Kershaw, y por el manager Dave Roberts, criticados luego de cada fracaso en las temporadas recientes.

Por la banda contraria, no se les puede quitar mérito a unos Rayos de Tampa Bay que batallaron hasta el final, y explotaron al máximo sus limitadas armas. Con una diferencia de presupuesto escandalosa entre ambas plantillas, los floridanos no lo demostraron así en el campo, donde plantaron cada de tú por tú con todos sus rivales.

Especial destaque para el cubano Randy Arozarena, la bujía de esta novena, y que imagino estará en los libros de récords por muchos años como el máximo jonronero y en total de imparables para una misma postemporada. Si no le dura mucho el récord absoluto, al menos el de novato no creo que sea superado en una buena cantidad de años. Fue la gran sorpresa de esta campaña marcada por el coronavirus.