Lo que nos dejó el panamericano de judo de Guadalajara

Todavía están frescos los rendimientos de nuestros judocas en el Panamericano de Guadalajara, lid que nos vio anclar con ocho efectivos en la tercera posición por países (2-2-3), por detrás de Brasil (5-6-4), y Canadá (4-0-3), las otras dos potencias indiscutibles a este lado del Atlántico entre las 17 naciones participantes.

Varias lecturas deja la competición más allá de las jugosas tajadas logradas por nuestros seis medallistas del concurso individual. A razón de los cetros de Iván Silva (90 kg) y Andy Granda (+100); la plata de Osniel Solís (66); y los bronces de Orlando Polanco (66), Nahomys Acosta (52), y Arnaes Odelín (57).

Cabe destacar que en el torneo mixto por colectivos nuestra armada tuvo que hacer subterfugios, pues a pesar de la notable ausencia de Idalys Ortiz (+78 kg), quien pugnaría en más de 70, tuvieron que hacerlo en los pesos inmediatos superiores Maylin del Toro y Orlando Polanco.

La primera por no contar en este minuto con una aspirante seria a clasificarse en los 70 kg. Onix Cortés (escaño 43-760 ptos) está fuera del conjunto pues logró su mayor trofeo como mamá; en tanto Nairelis Fuentes (102-126 ptos), dista de los puestos de gracia y del nivel que se requiere para lograr escalar posiciones en un lapso breve de tiempo que le resta al proceso de cualificación por ranking, con el rigor cualitativamente superior que encierran las paradas del Tour Mundial de judo.

A propósito, el prestigioso circuito, detenido por causa del azote del Coronavirus, se reanudará en enero con el Masters de Doha, Catar, el cual otorgará valiosísimas 1 800 rayas al campeón de cada división.

En el caso de los 73 kg varoniles, Magdiel Estrada se recuperaba de una enfermedad. 

De cara a Tokio Cuba de seguro tendrá que apostar una vez más por Maylin para llenar ese vacío en el concurso mixto por equipos; en tanto Magdiel (32-1 853, acogido a cuota continental), si en definitiva mantiene su cupo por ese concepto, o mejora posiciones en el escalafón, sería de mucha valía, especialmente por el hecho de que ciertamente es un atleta que en las últimas dos temporadas ha evidenciado crecimiento, madurez competitiva y estabilidad.

Hablamos de que a sus 26 años posee foja de (3-4-2) en Panamericanos de la disciplina, además de dos platas y un bronce en el World Tour, con dos de esos metales en el pasado 2019, cuando culminó con saldo de 21-12 según el sitio especializado www.judoinside.com, a lo que añade par de sonrisas en este 2020.

Siguiendo esa cuerda analítica pretendemos radiografiar los rendimientos de cada una de nuestras figuras en la capital del estado de Jalisco:

Masculino

Osniel Solís (66 kg): Accedió a su cuarta presea en estos certámenes (2-1-1). El subtítulo en tierras tapatías le permitió escalar posiciones en el ranking y colarse en zona de clasificación (31-1 574 ptos). Con 29 abriles es un judoca experimentado, solo que su división se antoja cruenta en el escenario mundial, asiáticos y europeos de excelente potencia, además del brasileño y su victimario Daniel Cargnin.

El 2018 ha sido su mejor año competitivo (17-6), en tanto en 2019 trabajó para el 50% con idénticos 9-9. En Guadalajara culminó con 2-1.

Orlando Polanco (66 kg): Culminó con foja de 3-1 lo que le mereció el bronce. También escaló posiciones en el escalafón olímpico hasta colocarse en el peldaño 38-1 328 rayas. Posee un nivel bastante parejo al de Solís, por lo que cualquiera de los dos pudiera ser nuestro contendiente en Tokio.

De ahí la estrategia de presentarlos a ambos en varios certámenes de nivel.

Iván Silva (90 kg): Accedió el as matancero a su quinto cetro de América. Además Silva es bien respetado en la élite de su división, no solo por su condición de subcampeón del orbe, sino además por contar con un palmarés de (3-1-6) en el Circuito Mundial.

Los 700 ptos que se agenció en tierras tapatías le permitieron volver a posicionarse como segundo del ranking olímpico (5 185 ptos) y afianzarse a su cupo estival. Exhibe en este 2020 balance de 7-3 en la arena internacional, mientras culminó el 2019 con respetables 36-12.

De hecho, es uno de nuestros más serios aspirantes a presea en ese deporte en tierras del Sol Naciente, donde el español Nikoloz Sherazadishvili (8 111) regentea y saldrá por consiguiente con cartel de favorito.

Andy Granda (+100 kg): Es otro judoca en franco ascenso, en una división sumamente complicada, pues buena parte de sus oponentes le supera en peso corporal, lo cual Granda intenta suplir con sus desplazamientos y explosividad en acciones ofensivas. Obtuvo su segundo vellocino de América donde redondea idéntico tridente de (2-2-2); y elevó su saldo en esta temporada a 6-2, precedido de 12-11 en el 2019. En su caso lo más notorio resultó la sonrisa por ippon ante al auriverde David Moura (9no-3 785), amén de que no se midió en la definición al también brasileiro Rafael Silva, producto de una lesión de este último.

Andy igualmente consolidó su anclaje en puestos de privilegio rumbo a Tokio, pues ahora aparece en el (17-2 778), a la vez que continúa sumando combates y ganando en prestancia competitiva, confianza y palmarés.

Femenino

Nahomys Acosta (52 kg): Equilibró su balance de sonrisas y fracasos en la presente campaña (3-3), además de lograr un importante éxito en regla de oro por wazari ante la representante de Brasil Larissa Pimenta. El 2019 la vio culminar con 11-6, aval de progresión.

Actualmente se coloca en la posición 63-472 unidades, del escalafón, por lo que mantiene vivas sus aspiraciones de hacer el grado a la capital nipona, pero para ello deberá elevar aún más sus rendimientos en lides venideras.

Arnaes Odelín (57 kg): Para Odelín fue este su primera presea en certámenes panamericanos. Dispuso de la brasileña Jessica Pereira, (tercera figura del gigante sudamericano), por tres penalizaciones, y luego doblegó por bronce a Kristine Jiménez. Eso la colocó con idénticos 3-3 en el presente lapso.

Sus aspiraciones olímpicas pasan por continuar elevando su capacidad competitiva en escenarios cualitativamente superiores a partir de enero, cuando se reanude el World Tour. Ese peso también es determinante en la competición mixta por colectivos, y actualmente se coloca en la posición 53-699 del listado olímpico en su peso.

Maylin del Toro (63 kg): Culminó quinta la santiaguera, por debajo de las expectativas precompetencia. Influyó mucho el pleito frente a la venezolana Anriquelis Barrios, extendido a 9:37 minutos, y en el cual la nuestra hincó su rodilla por ippon. Luego volvió a fracasar por bronce y wazari con la brasileña Ketleyn Quadros.

Con todo y ese quinto escaño, Del Toro se mantiene con holgura en zona de clasificación rumbo a Tokio, al aparecer séptima gracias a 4 002 unidades en feudo de la francesa Clarisse Agbegnenou (7 710).

Por cierto, la canadiense y reina Catherine Beauchemin-Pinard (3 923 ptos), y Quadros (3 472), se sitúan 9na y 10ma, respectivamente.

Ese es el panorama en materia de rendimientos, ubicaciones y modelaje competitivo en el retorno del judo a la palestra.

Falta que se midan Kaliema Antomarchi (78 kg), Magdiel (73), y nuestra portaestandarte indiscutible Idalys Ortiz (+78).

Habrá que aguardar para ver qué sucede en próximos torneos.