La prueba circuló de mano en mano desfachatadamente: un memorándum emitido por la Administración del Partido Demócrata de EE.UU. , en el que precisaban con pelos y señales a medios de prensa relevantes como Fox News, CNN y The New York Times, entre otros, cómo abordar los resultados de una investigación para juicio político a Biden.

Se trata de una investigación formal de cara a juicio político contra el presidente norteamericano por su presunto vínculo con los negocios ilegales de su hijo Hunter.

Joe Biden junto a su hijo Hunter. Foto: AP

Fue el parlamentario Kevin McCarthy, líder republicano de la Cámara de Representantes, quien ordenó a un comité legislativo iniciar la indagación, que encontró una "cultura de corrupción" en padre e hijo de la familia presidencial, según indicó el propio McCarthy.

Abuso de poder, obstrucción a la justicia y corrupción son de los “hallazgos” a los que conduce la información obtenida por los investigadores.

Y ante semejante polvareda, el asistente especial del presidente, Ian Sams, también asesor principal y portavoz de la Oficina del Asesor Jurídico de la Casa Blanca, envió en la mañana del 13 de septiembre un mail a los líderes de los medios de prensa mencionados con sus “recomendaciones”.

En realidad, se trataba de un texto de 14 páginas, reportó Rusia Today, estableciendo claramente la posición oficial de la Casa Blanca con respecto a las acusaciones arriba señaladas, catalogadas todas de infundadas mentiras.

Como cierre, que intentaba resultar protocolar, acotaban: "Esperamos que este documento le ayude a disponer de información objetiva útil en su labor informativa sobre afirmaciones infundadas y sin precedentes que subyacen en una investigación de destitución sin ninguna prueba de irregularidades".

No hay que ser un gran experto para comprender que tanto detalle oscuro aflorado en este proceso resultaría algo así como la tapa al pomo de la muy escasa popularidad que acompaña a Biden, a casi un año de las elecciones, y es por ello que la Casa Blanca se movilizó como alma en pena para tratar de atajar el escándalo.

Sin embargo, el tiro parece haberles salido por la culata porque no fueron pocos los medios que alzaron su voz de protesta ante los intentos de manipulación, a la vez que el documento de marras evidenciaba el grado de angustia de los demócratas ante lo que se les avecina.