La magia de vivir una vida que no es propia
especiales

Actor cubano Enmanuel Castillo Martínez.
Foto: Cortesía del entrevistado
No sé exactamente qué tiempo duró la entrevista, pero los jardines del Hotel Nacional de Cuba resultaron escenario propicio para que Enmanuel Castillo Martínez, dedicara unos minutos a la Agencia Cubana de Noticias.
Conversar con él es, sencillamente, quedar atrapado en su historia, con la misma sensación que cuando lo ves actuar en las tablas o delante de cámaras.
Sencillez, humildad, transparencia y naturalidad son algunas de las cualidades que pudieran describir a este joven y popular actor que, con solo 21 años, se ha robado el corazón de muchos con sus diversos personajes.
Desde pequeño se interesó por el arte, pero fue gracias a su abuelo que tuvo su primer encuentro con el público, a través del repentismo.
En cuanto al teatro, mencionó, que en su tierra natal: Quivicán, Mayabeque, perteneció a un grupo de aficionados llamado Nómada, en el cual formó parte de una obra que le permitió, de cierta forma, acercarse a la actuación; hasta entrar en noveno grado a la Escuela Nacional de Arte (ENA) y luego a la Universidad de las Artes (ISA), en la cual cursa actualmente el tercer año de Teatrología.
"Ni yo mismo me lo creía; y muchos se preguntaban cómo un niño de campo, sin preparación alguna había podido aprobar", reflexionó.
Una vez dentro, sintió que estaba en el lugar correcto. Así comenzó a formarse y adquirir conocimientos sobre una verdadera puesta en escena, como parte de las clases que se impartían en la escuela.
"En segundo año asumí el personaje de Antonio en la obra Los Carboneros de Onelio Jorge Cardoso (el Cuentero Mayor), montado por Jorge Enrique Caballero; aquí sentí realmente esa conexión con un personaje, que me recordó esa vida de campo y mis raíces", agregó.
Sobre su llegada a la televisión, resaltó el papel de Richard en la novela "El derecho de soñar", y especialmente el de Abdel en la serie "Calendario", un papel que le abrió muchas puertas y agradece hasta la actualidad.
"Llego a Abdel por atrevido que fui. Le escribí por Facebook a Magda González Grau, quien a pesar de decirme que me tendría en cuenta cómo responden muchos directores, marcó la diferencia dándome la oportunidad de presentarme al casting de la tercera temporada.
Con la propuesta de Abdel que todos vieron en televisión, fue mi llegada a Calendario, una serie que cautivó a muchos y me permitió los próximos trabajos".
Samuel, Yunier y Darío son algunos de los personajes que ha defendido este joven en los telefilmes "Barcos de Papel", "Contra Viento y Marea" y en tiempo reciente "Desde Cero", presentados en la popular revista "Una calle, mil caminos", durante la presente etapa estival.
"Más que un reto. Cada puesta en escena constituye la prueba de que gusta mi trabajo, pues tuve la oportunidad de que se acercaran varios directores para ofrecerme protagónicos; pero tener en mis manos la decisión de escoger entre tan buenas propuestas no fue tarea fácil. Me hubiese encantado responder a todos los que pensaron en mí".
Entre preguntas y valoraciones, comprobé que la actuación es una pasarela, en la que Enmanuel expresa sus sentimientos y exhibe aquellos matices que definen la versatilidad de quien nunca va en busca del protagónico, sino detrás de aquellos personajes que aparentemente son insignificantes.
"Cada vez que voy a presentarme a un casting mi mamá me dice que vaya con el corazón en la mano, y eso hago; incluso pido a los directores que me den aquellos roles que nadie quiere porque resultan pequeños, para tener la oportunidad de intentar hacerlos grandes".
Muchos son los proyectos en los que está inmerso actualmente,sin embargo adelantó que próximamente estará de regreso en la Televisión Cubana con la serie “Emocionalmente Subversivas”, dirigida por Elena Palacio.
Este actor que busca interpretar personajes distantes de su ser y que lo saquen de su zona de confort, aspira a hacer cine, y pretende dejar huella en un ambiente que le ha abierto las puertas al mundo del arte, cuando solo poseía para triunfar la certeza del amor y el apoyo incondicional de su progenitora.
"Siempre hemos sido mi mama y yo contra el mundo; contar con ella en todo momento me ha hecho llegar a donde estoy y me da fuerzas para seguir creciendo".
A pesar de las oportunidades en pantalla, Castillo Martínez no abandona las tablas; por eso continúa defendiendo el teatro desde los grupos Teatro de la Luna, Argos Teatro y la Comunidad Creativa Nave Oficio de Isla.
"El teatro es una base que se agradece mucho, es algo que alimenta el alma, tu espíritu no sé; se le debería dar más valor, pues actualmente los jóvenes no disfrutan de eso como deberían. Los actores siempre regresamos a él, porque al final es ahí donde nacemos y crecemos para luego llegar al cine o la televisión, como fue mi caso.
Para mí la actuación nace de lo que se siente encima de un escenario; cuando amas lo que haces, se disfruta el proceso, desde que estás estudiando un guion, hasta que lo ensayas y se graba. A veces la grabación te cansa, pero te da el chance si estás en la playa, por ejemplo, de darte un baño, mirar el mar y vivir cosas que en el rigor del día a día muchas veces no son posibles.
Actuar no es fingir como muchos piensan; actuar es ser transparente y darte la oportunidad de sentir y vivir algo que no tuviste la oportunidad de experimentar en tu propia vida, pero tal vez sí un amigo o un familiar; y necesitaba ver reflejada su historia", concluyó Enmanuel.
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