LA FOTO: Calles vacías en una gran ciudad

De día o de noche, normalmente, es difícil ver el asfalto de estas calles del distrito de Causeway Bay, de Hong Kong. Es una de las arterias más concurridas de una ciudad cosmopolita. Miles de personas y automóviles suelen ocupar todos los espacios libres, en dinámicas que evocan la actividad de una gran colmena.

Pero los últimos 15 días la calle luce así, prácticamente desierta. Los comercios cerrados, el transporte público suspendido, unos pocos transeúntes desafiando la pertinaz llovizna. Es una imagen casi fantasmagórica de una gran urbe: el mal sueño de sentirte solo en una mole de concreto.

La culpa la tiene el coronavirus. Cuando algunos países se empeñan en volver a las rutinas de antes de la pandemia, otros sufren las peores olas de enfermedad hasta la fecha. Es el caso de Hong Kong. Las autoridades están aplicando severas medidas de contención. Un silencio extraño reina en barrios normalmente ruidosos. La pesadilla todavía no ha acabado.