LA ENTREVISTA: Tony Ávila, desde su Universo hasta Cuba

Estaba a punto de comenzar su concierto en la peña de La Pupila Afilada, cuando aprovechamos para actualizarnos sobre el trabajo de este juglar cardenense que nos invita a pensar y guarachar al mismo tiempo.

—La última vez que conversamos, estabas trabajando en un nuevo fonograma con Bis Music. ¿Cómo va esa producción?

—Ya terminamos Universo. Tiene 16 canciones. Creo que es un disco que le va a gustar a la gente, es muy variado. No hay invitados intérpretes, en este caso; vamos a decir que me di la oportunidad de hacer un disco cantando yo todos los temas, pero sí hay varios invitados músicos, como el caso de Adel González y Hernán Cortés en la percusión, entre otros músicos que ahora no me vienen a la mente de repente, que me perdonen cuando lean esta entrevista, pero a todos les estoy muy agradecido por el aporte efectivo, realmente de calidad, que le dan al álbum. Según la disquera, se lanza en enero, lo cual para mí es una noticia muy buena. Luego queremos, ojalá se pueda, organizar una gira nacional para presentarlo.

—¿Qué trae de novedoso este material?

—Hay un formato nuevo ya, que se está implementando en vivo y que aparece en el disco. Yo incorporé, por ejemplo, teclado, violín, y ese sonido va a estar presente en el disco. Hay un giro ahí que yo creo que a la gente le va a gustar y, en esencia, es Tony Ávila; digamos que enriquecido, beneficiado por lo que aportan estos instrumentos que mencioné y el talento de los músicos que intervienen. Este es el primer disco que hacemos producido colectivamente, es decir, los discos anteriores míos tenían siempre un productor, que era Lino Lores; en este caso, hay mucho trabajo colectivo.

—¿Hay guaracha también en Universo?

—Digamos que esa ecuación está presente. Yo no renuncio a la guaracha, creo que precisamente es lo que me ha hecho conocido en Cuba y un poquito más allá de Cuba. Después, esa puerta abrió caminos y pasos a otros géneros que también escribo, pero básicamente está la guaracha en el disco, hay mucha fusión. A nivel literario, están las temáticas que yo abordo, que las puedo dividir quizás en tres: la canción social, la canción de amor y la guaracha, que es para guarachar, pero también es para pensar. Entonces el disco es una suerte de reflexión, de invitación al pensamiento, a la búsqueda, y a su vez puedes irte por diferentes géneros. Hay quisomba, hay guaguancó, hay son, hay música afro, hay un montón de cosas que se unen ahí.

—¿Estás satisfecho con el disco, entonces?

—Sí. Disfrutamos mucho el trabajo en estudio. Por parte de Bis Music está José Manuel como productor. Yo le digo: Jose, te voy a lanzar para allá una recta, recíbela y conviértela en strike, porque como ya teníamos toda la música hecha, él recibió todo el trabajo y lo llevó a feliz término. Una maravilla trabajar con Jose, y yo creo que ese buen ánimo pasó al disco y resultó un disco feliz, musicalmente alegre y también logrado. Espero, deseo y creo que le guste al público que nos sigue, y posiblemente amplíe el espectro a más público, porque hay un tema que es timba, por ejemplo, pa’ que la gente baile, que se llama El peso cubano.

—¿Nos adelantas algo sobre los temas que forman parte del disco?

—Te cuento que viene la segunda parte de La choza, que es La mocha, de Chicha y de Chacho. Hay un tema dedicado al peso cubano, digamos que es una apología al peso cubano en contexto...

—Siempre cercano a los cuestionamientos sociales...

—Yo he tenido siempre como un halo de ser un trovador un poco irreverente, contestatario, y lo sigo siendo, porque es una manera mía de expresar pensamientos dentro del contexto de mi país, para contribuir con mi país, porque yo creo que la sociedad requiere que estemos siempre poniendo lo que hacemos en la mira, para que no nos confiemos. Hay canciones así en el disco, como Cubas, por ejemplo, que versa sobre las Cubas que hay dentro de Cuba, y es un intento de «fotografiar» muchas de esas Cubas que no nos gustan a veces, pero que las tenemos dentro del país.

«Eso sí, para mí la primera condición es el respeto, es decir, yo lo hago con respeto a la diversidad que me rodea, al contexto en que escribo y, por sobre todas las cosas, no me creo dueño de la verdad; son premisas que tengo muy claras».

—¿Serán como «secuelas» de tu formación?

—La formación mía es Marxismo-Leninismo e Historia, y aprendí desde que empecé a estudiar mi carrera, desde que la elegí, que estaba estudiando una carrera que estaba dirigida a la ideología que defendemos, a la sociedad que construimos y a los pilares que sostienen esa sociedad y el proyecto socialista, entonces, si vas a la dialéctica como método, el cambio, como manera de ver la vida y el mundo es esencial.

«La canción ha sido un canal por el cual yo hago fluir eso que pienso. Un día comprendí que no tenía que tener miedo ni preguntarme: ¿qué pensarán de esta canción? Vivo en un país libre, voy a ejercer esa libertad que tengo de expresarme, pero con respeto y comprensión del momento histórico. Tengo los pies en la tierra y sé la responsabilidad que conlleva decir».

—¿Qué proyectos te ocupan en estos momentos?

—Bueno, ya hablamos de Universo. Tengo otro disco con Colibrí que se llama A quien pueda interesar. Es un disco en solitario que ahora mismo está entrando en grabación. Los invitados son todos de Cárdenas, incluso el arte del disco es de un pintor cardenense, las palabras son de un escritor cardenense… van a salir ambos al mercado más o menos al mismo tiempo, pero son dos cosas diferentes. 

«Hay, además, un homenaje a Nicolás Guillén que estamos próximos a grabar, estamos revisando presupuestos, será con trovadores de varios lugares del país y son poemas de Guillén musicalizados, lo estamos presentando a Bis Music. Y el próximo álbum con mi grupo lo tengo ya en la mira también, está en proyecto, pero no vamos a demorar mucho en empezar a trabajar en él. Va a ser un disco —y esto no lo había dicho hasta ahora, te lo adelanto— netamente bailable, vamos a trabajar algunos de mis temas más conocidos llevados a formato de orquesta bailable y va a haber invitados nacionales e internacionales. Queremos hacerlo con Bis, que es el sello con el que más he trabajado y, de algún modo, será un homenaje también por los 30 años de esa casa discográfica».

—¿Qué significa Cuba para Tony Ávila?

—Cuba es todo para mí. Si me pongo ahora a hablar mucho, sé que voy a divagar y enredarme queriendo ponerme filosófico y demasiado erudito en lo que voy a decir, para que quede para la historia y, esencialmente, Cuba es todo para mí. Tan sencillo como eso.