La cúpula de San Pedro y el Coliseo también se apagarán hoy para La Hora del Planeta

La cúpula de la basílica de San Pedro y el Coliseo son dos de los monumentos más destacados que se sumarán este sábado en el Vaticano e Italia a La Hora del Planeta (LHdP), una iniciativa del grupo ecologista WWF para llamar la atención de los gobiernos sobre el cambio climático.

Las luces de la cúpula de la basílica de San Pedro se apagarán durante una hora, a partir de las 20:30 (hora local).

En su encíclica Laudato si, el papa Francisco recuerda que la cuestión ecológica debe centrarse en la ética y la justicia social, indicó el Vaticano en un comunicado.

"Y lo que le está sucediendo a la Tierra, 'nuestra casa común' es un desafío sin precedentes que concierne a nuestra responsabilidad hacia los demás y hacia las generaciones futuras", añade.

Según WWF, "el apagado de la cúpula representará no sólo la adhesión del Estado de la Ciudad del Vaticano, sino también la de la Santa Sede, como reflejo universal de la autoridad del Santo Padre".

"Un acontecimiento aún más significativo teniendo en cuenta el estado de salud del pontífice", añade el grupo ecologista en alusión a la larga hospitalización del papa en el Policlínico Gemelli por problemas respiratorios, donde hoy cumple 37 días ingresado.

El Coliseo será el más destacado monumento italiano participante en la La Hora del Planeta , pero también se apagarán las luces de los palacios del Quirinal, Madama, Montecitorio y Chigi, sedes de las principales instituciones italianas.

Otras diecisiete ciudades italianas apagarán sus monumentos, entre ellas Florencia, donde se apagarán las luces del Palazzo Vecchio, Torre Arnolfo, Ponte Vecchio y la estatua de David de Piazzale Michelangelo.

La Hora del Planeta nació en 2007 para concienciar sobre este problema, y se conmemora el último de marzo con un apagón de 60 minutos a particulares desde las 20:30 hora local en administraciones, empresas, entidades y domicilios de cerca de 200 países, incluyendo edificios tan conocidos como la Torre Eiffel de París, la Ópera de Sidney, o la sede de la ONU en Nueva York.