La Cruz: «Cinco boxeadores, cinco medallas en París»

A las puertas de los Juegos Olímpicos en que intentará su tercera corona a este nivel, el cubano Julio César La Cruz recién sumó otra motivación para pelear duro por ese lauro.

«Un sueño hecho realidad», dijo sobre la oportunidad de sustituir al luchador Mijaín López como portador de la enseña nacional en la ceremonia inaugural pactada para el próximo vienes.

El objetivo es evitar que el astro de la lucha clásica se traslade desde y hacia la urbe búlgara de Teteven, donde se entrena empeñado en acuñar su quinto reinado bajo los cinco aros.

«Estoy muy contento, y me gustaría agradecer una vez más a mi amigo y compañero de muchas batallas, Mijaín, nuestro gran campeón», expresó Julio al cierre de una de las dos sesiones de trabajo cubiertas este miércoles en la villa parisina.

«Es un honor desfilar como abanderado junto a esa otra grande que es la judoca Idalys Ortiz», añadió el pentacampeón del planeta en relación con un rol que ya ejerció en las aperturas de los juegos centrocaribeños y panamericanos del pasado año.

«Bien podría decir que ya me puedo retirar del deporte, porque después de haberlo logrado todo, se cumplirá ahora mi gran sueño de portar la bandera cubana en unos juegos olímpicos», añadió el hijo ilustre de Camagüey.

«Gracias a la vida y a todo lo que existe, y a nuestro país y a nuestros dirigentes, que siempre han confiado en nosotros y en mí en lo personal», enfatizó el número uno de los 92 kilogramos. «Se me dio esta posibilidad y la voy a disfrutar con mucho amor», sentenció.

Luego, interrogado sobre la marcha de su puesta en forma, fue categórico al situarla «al ciento por ciento», y ponderó los esfuerzos que permitieron cumplimentar bases de preparación como las organizadas en las últimas semanas en suelo galo.

«Encontramos todas las condiciones para darle los toques finales al trabajo, completamente concentrados en nuestra misión y con excelente preparación mental, que es clave para complementar lo logrado en cuanto a técnica, táctica y estrategia», aseveró.

¿Qué esperar entonces?, quiso saber JIT, y el consagrado rey de la esquiva y los desplazamientos respondió a tono con su rapidez entre las cuerdas: «cinco boxeadores, cinco medallas», precisó.

Llegó entonces la última interrogante: ¿Y tú? Y con ella otra afirmación como ráfaga: «Me siento muy bien enfocado, y cuando Julio César La Cruz llega a esos niveles es un rival muy difícil de derrotar en el mundo.

Ahora mismo solo pienso en el comienzo del evento, para convertir cada pelea en un paso hacia el oro, hasta que llegue el día de la verdad y pueda luchar por ese título por el que estoy aquí».