Klopp, ¿en serio?
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El alemán Jurgen Kloppal gana el premio al mejor entrenador de la temporada
Todo iba bien en la gala virtual de los premios The Best hasta que llegó el turno de premiar al mejor entrenador de la temporada y ganó nada menos que el alemán Jurgen Klopp, titular de la Liga inglesa con el Liverpool.
La sorpresa fue tal que incluso se ilusionaron algunos fanáticos de Méssi y Cristiano pensando: si este premio estaba cantado y lo gana Klopp, ¿por qué el mío no puede ganar también?
Y es que no se pone en duda la calidad del estratega germano, pero este año su compatriota Hans Flick lo ganó todo con el Bayern Munich. Si en esta temporada, con ese palmarés, no se lo lleva Flick, ¿qué tiene que hacer?
En realidad hubo un empate entre ambos directores, pero Klopp tuvo más votos de los colegas, y por eso la FIFA se decantó por él, pero en realidad es una gran injusticia, justo en el año en que pensábamos que todo estaba más claro.
Por lo demás, no hubo grandes sorpresas y el polaco Robert Lewandoski se impuso entre los jugadores, mientras que Manuel Neuer lo hizo entre los porteros.
El gran ganador de la gala fue un protagonista inesperado, el brasileño Marivaldo Francisco da Silva, quien venció en el apartado de Premio a la Afición.
Este hincha brasileño no posee auto ni dinero para pagar el viaje en autobús y camina con frecuencia 60 kilómetros en 11 horas para ir al estadio a ver al Sport Club de Recife, el equipo de sus amores, que por cierto, tampoco es de los grandes en Brasil.
Totalmente emocionado, Da Silva no pudo articular palabra alguna mientras era reconocido de manera virtual. Del otro lado de la línea, el genial Ruud Gullit intentaba sacarle algunas declaraciones, pero el nacido en la pequeña localidad de Pombos era puro llanto.
“Mucha gente lo confunde con alguna promesa o esas cosas, pero no es así. Lo hago con naturalidad. A veces salgo un día antes del partido para poder vivir al Club: ir a partidos de otras modalidades. Las personas dicen que estoy loco, pero lo hago por placer y no siento ningún cansancio”, explicó a inicios de este mes, cuando conoció sobre su nominación.
Poco después de pasada esa emoción, el fanático de 48 años explicó que para entrar a los partidos tampoco tiene dinero, porque está desempleado, pero siempre aparece un ángel guardián que le compra la entrada, y aprovechó para agradecerles, así como también a los que, después de enterarse de su historia tras la nominación, le han ofrecido hasta una bicicleta para hacer más llevadero su viaje.
Por cierto, es el segundo año consecutivo que este galardón queda en suelo brasileño (las únicas dos ocasiones en que se ha reconocido a un individuo), pues en la pasada temporada se lo llevó Silvia Grecco, quien describe a su hijo Nickollas, ciego y autista, todos los partidos del Palmeiras, el equipo de sus amores.
Afortunadamente este momentazo opaca la decepción que deben haber sentido millones de personas cuando Flick no se llevó el premio al mejor técnico de la campaña.
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