Jomy Marull, con la misma chispa de Gustavo, el que vende de todo en Calendario
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Jomy Marull, actor cubano que interpreta el personaje de Gustavo en la gustada serie juvenil Calendario.
Foto: Jorge Camarero Leiva / CubaSí
Ya lo habíamos disfrutado en otros dramatizados más o menos recientes de la Televisión Cubana, sin embargo, su personaje en la segunda temporada de la teleserie Calendario le ha puesto un sello a Jomy Marull entre los televidentes. Desde que puso un pie en el edificio donde está ubicada la Redacción de CubaSí, todo el que le pasaba por el lado tenía una pregunta inmediata: ¿qué tienes ahí para vender?
Lo mejor de todo es que él la respondía como si fuera Gustavo y no Jomy, con esa gracia que convierte a un artista popular en un artista cercano y querido.
—¿Cómo llegaste a Calendario?
—Ya conocía a Magda, había trabajado con ella en un telefilme que se llamaba Para toda la vida, donde compartía escena con Paula Massola. Hacía el personaje de un padre joven, que tenía que lidiar con la paternidad a temprana edad, y Magda fue la directora. Ahí la conozco, y terminando de rodar este telefilme, me dice que está preparando una serie de adolescentes. Me hace la propuesta y luego me regaña porque yo no reaccioné de la manera que tenía que hacerlo.
«Cuando arranca el proceso de casting, me cita, pero Magda es una directora que se rige mucho por lo que dice el texto, o sea, es muy fiel a ese cuidado de respetar lo que está escrito. Uno como joven, que está al tanto de cómo se habla en la calle, siempre trata de adaptar eso en función de cierta comodidad —lógicamente, sin la intención de cambiar por dónde camina la escena—, y no me aceptaron, no clasifiqué en ese primer casting, y cuando me llamaron para la segunda temporada, dije: esta vez no va a haber fallo ninguno. Y ahí estoy como Gustavo en Calendario».
—¿Y fue fácil insertarte en el colectivo de la serie, en el aula...?
—A la mayoría de los actores los conocía: algunos forman parte de mi compañía de teatro, El Público; a otros les impartí clases cuando fui profesor auxiliar de actuación, en segundo año de la ENA, por invitación de Corina Mestre junto a Jorgito Caballero; a otros, del propio medio, de haber coincidido con ellos en algún proyecto, pero fue muy gratificante haber compartido con un grupo de jóvenes tan talentosos y un equipo tan familiar y tan unido.
—¿Cómo te ha ido con el público?
—Muy pocas veces en Cuba se ha hecho hincapié en mantener y repetir una serie por el mero hecho de aprovechar la popularidad; por ejemplo, la serie Mucho ruido, que fue una serie juvenil que tuvo tremendo alcance. Yo, desde que vi Calendario por primera vez, dije: a esa aula le hace falta un gracioso. Teníamos al personaje de Javier, que lo interpretaba Víctor Cruz, pero iba más por la idea del pesado del aula, de los chistes rancios, entonces yo, como espectador, tenía esa envidia sana; pensaba: podía haber estado ahí, pero soy fiel creyente de que todo sucede por algo, y choqué con Gustavo.
Jomy Marull en la Redacción de Cubasi.cu. Foto: Jorge Camarero Leiva
«Arrancar en una serie que tiene un precedente de esa magnitud, que le gusta tanto al público, que la gente tanto disfruta, supone un reto tremendo, porque fuera del hecho de caer y caer de pie, está también compartir escenas con tantos jóvenes talentosos, pero yo quería hacerlo, tenía que lanzarme. Le dediqué mucho estudio al personaje de Gustavo, que también tiene muchos rasgos de lo que es Jomy Marull como ser humano».
—¿Cuánta conexión hay entre Jomy y Gustavo?
—Yo vivo en el Cerro, un barrio muy pintoresco, conozco muchos Gustavo, pero también hay muchos puntos de contacto entre Jomy, el actor, y Gustavo, el personaje. A día de hoy, me sería muy difícil decirte quién es uno y quién es otro. Hicimos una especie de simbiosis personaje y actor, real, genuina. Estoy muy contento de que Gustavo haya aparecido y me haya nutrido.
—¿Cómo ha sido la experiencia con la gente en la calle? ¿Te saludan, te preguntan si tienes algo para vender...?
—Todo el tiempo. Ese es el gran chiste de Gustavo: ¿Qué estás vendiendo?; oye, ¿qué traes? Hubo una escena muy graciosa, donde aparecía un grupo de muchachas preguntándole y él les decía que tenía para vender blúmer sin costura y ajustadores de silicona, y eso se quedó, que en la calle todo el mundo me pregunta, desde niños, hasta una señora mayor. Yo creo que ese es el verdadero regalo de ser artista: el alcance, la repercusión que puede tener tu trabajo. Yo nunca había vivido la ola de aprobación que puede tener un personaje, una serie, y lo estoy sintiendo ahora con Calendario.
—¿Qué nos puedes adelantar sobre lo que va a pasar con Gustavo?
—Gustavo, en esta temporada, no tiene como tal un gran conflicto. A mi entender, es un personaje más bien antagónico, que viene a generar conflictos a los demás. No creo que sea un mal muchacho, pero es un resultado de la formación, del propio medio y de la crianza. Puedo adelantarte que hay una especie de relación que no se da...
—En la tercera temporada ¿sigue presente?
—Sí, ya estamos rodando la tercera temporada. Ahí Gustavo vende cosas que no se pueden vender. Ya entramos en un terreno más pantanoso.
Fotos y video: Jorge Camarero Leiva / CubaSí
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