Irela Bravo y el hechizo de la televisión

Irela Bravo y el hechizo de la televisión
Fecha de publicación: 
29 Octubre 2020
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Desde hace más de 20 años apostó por sostener una conversación que, entre ella y el televidente, trajera a la actualidad figuras y momentos memorables de la historia de la radio y la televisión de casa. El espacio Entre Tú y yo, del cual es anfitriona, ha significado la permanencia de Irela Bravo en el decurso de los días de la televisión cubana. No obstante, su sonrisa y carisma han sido reconocidas desde mucho antes por el público.

Ella fue la bella pareja de Jorge Villazón en aquella inolvidable aventura, El Halcón. Es la misma actriz sensible, respetuosa, de suave y pausado hablar, que ha trabajado con idéntico rigor para niños y adultos en radio, televisión y teatro, tal vez porque como dijera al iniciar nuestra conversación: “Soy feliz porque no he hecho otra cosa en mi vida que actuar; los medios de comunicación han sido mis únicos centros de trabajo (sonríe), por tanto, el público ha sido esa familia aumentada que poseo, a la que, al igual que la propia, le debo todo lo que soy, por ello solo puedo devolverle lo mejor de todo lo que siento”.

Reconocimiento como los de Artista de Mérito, el Premio ACTUAR Por la Obra de la Vida, el Micrófono de la Radio Cubana y recientemente el Premio Pequeña Pantalla, entre otros, expresan la valía de esta profesional a la que se agradece la mesura, la impecable dicción y esa voz que acaricia, aun cuando por momentos otorgue la dureza que le ha exigido el personaje de Nancy en De amores y esperanzas.

“A Nancy le agradezco mucho. Creo que es un personaje que ha agradado desde la primera temporada. Es severa y amable, exigente y maternal, cualidades que hay que tener cuidado al asumirlas para que no se vaya la balanza hacia un solo lado. Me sentí muy cómoda al interpretarla, y más en esta temporada en la que me agrada mucho su evolución, debido a que su conflicto se centra en el redescubrimiento del amor, pese a la opinión inicial de sus hijos.

“Definitivamente, me tocó una familia linda, logramos una química los actores que conformamos ese hogar, y me satisfizo poder asumir un conflicto tan común, pero por desgracia no siempre las mujeres podemos sobrellevar, sin tener en cuenta que en el alma hay espacio para todos los amores, y el que inspira un hijo es inamovible. Así que sacar a Nancy de esa inercia me resultó muy bonito, y creo que es muy válido que otras mujeres se puedan ver en su espejo”.

Y de la mujer de empuje que es Nancy, recuérdese que es además directora de un bufete de abogados, próximamente llegará a la pantalla otro personaje del que Irela no quiso revelar el nombre, solo comentó: “es una mujer a la que le tomé un odio tremendo mientras leía el guion, y a la que conocerán en la serie Rompiendo el silencio. Para la ocasión seré pareja de Rubén Breñas, y solo puedo adelantar que hay una sumisión que nada tiene que ver conmigo, pero que agradezco infinitamente al Chino Chiong la posibilidad que me dio de interpretarlo. Es una historia de absoluta humillación, interesante y, sobre todo, perfectamente creíble. Ya verán por qué”.

Habiendo hablado de intensidad dramática, no podíamos despedirnos sin referir esa otra gran experiencia que significa Vivir del cuento, pues su Cachita Caché llegó para quedarse, con una soltura y gracia afirmadas hasta en el propio teatro Karl Marx, con las funciones del espectáculo Bailando en Cuba 2, la historia no contada.

“Primero, Vivir del cuento es un impulso de vida para todos los integrantes del colectivo. En mi caso, este programa llegó en un momento en que estaba un tanto alejada de la actuación, y me devolvió esas ganas de volver a la escena, realmente fui invitada un par de veces hasta que se decidió que Cachita formara parte del elenco habitual.

“A mí me agrada muchísimo la comedia de situación, justo en estos días en que lamentablemente perdimos a la gran actriz Marta del Río, pasaban constantes escenas por mi memoria del espacio Si no fuera por mamá, donde Marta era la Cary. En esa propuesta también nos divertíamos mucho y aprendíamos a la par. Ahora Vivir del cuento me renueva esas ganas de no abandonar la comedia de situación; el colectivo es encantador, son muy graciosos dentro y fuera del ensayo, con un absoluto respeto y compromiso con el público. Esto es una máxima tanto para la puesta televisiva como para cualquier propuesta teatral, como fue la de Bailando en Cuba… La primera vez que dos espacios televisivos se unían para ofrecer un espectáculo de esa dimensión en el teatro”.

Y con esa satisfacción de sentirse siempre acompañada por la fuerza de María Silvia, la novia de Elpidio Valdés, o la avidez de la detective Fernanda, personajes con las voces de ella, Irela Bravo disfruta de su Premio Pequeña Pantalla como una razón más para seguir siendo parte de esa magia que es la televisión, y de la no sabría ni querría romper su hechizo.

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