Ingresa la campaña electoral estadounidense en su última semana antes de los comicios del tres de noviembre
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Donald Trump y Joe Biden entraron hoy en la última semana de su campaña antes de las elecciones del tres de noviembre, con mítines de ambos contendientes en Estados que podrían decidir el resultado de los comicios.
Trump se dirigirá a Pensilvania, donde tiene previsto acudir a congregaciones de sus partidarios en tres localidades de un Estado en el que tanto el mandatario como Biden ha puesto especial interés atención.
El magnate viajará también a Michigan y Wisconsin, así como a Nebraska, Arizona y Nevada, mientras que Biden se quedará este lunes en su estado natal, Delaware, y visitará mañana a Georgia.
La carrera por ese estado sureño refleja el esfuerzo de Biden por expandir el alcance del Partido Demócrata, a la vista de las encuestas que auguran la posibilidad de una reñida contienda con Trump.
Georgia optó por Trump en las elecciones del 2016 y no ha respaldado a un candidato presidencial demócrata desde 1992.
A pesar de la sólida ventaja de Biden en las encuestas de opinión a nivel nacional, los analistas advirtieron que la carrera presidencial en los estados pendulares o bisagra -porque votan lo mismo a demócratas que a republicanos-, como Florida y Pensilvania, podrían acabar decidiendo el resultado final.
La última semana de la campaña electoral en Estados Unidos está siendo marcada en las últimas horas por el aumento de los casos de coronavirus y el brote detectado en el personal del vicepresidente Mike Pence, dos sucesos que ponen presión sobre Trump.
Ingresa la campaña electoral estadounidense en su última semana antes de los comicios del tres de noviembre
La estrategia de Trump de dar por superado lo peor de la epidemia contrasta con el agudo repunte de contagios en los últimos días, sobre todo en los estados del medio oeste y las Montañas Rocosas, y la noticia de un nuevo récord diario de casos el pasado viernes.
Otra noticia negativa para la campaña electoral de Trump fue un nuevo brote de Covid-19 en la Casa Blanca que afecta al entorno más cercano del vicepresidente, Mike Pence, con cinco de sus asistentes dando positivo al virus.
En otro contratiempo para Trump, su jefe de Gabinete, Mark Meadows, declaró el domingo que el gobierno no podrá controlar la pandemia, porque es un virus contagioso como la gripe, y lo que se haría es mitigarla con las vacunas y la terapéutica.
El candidato demócrata aprovechó la oportunidad que le brindaban esas palabras, para calificar los comentarios de Meadows como “alucinantes” y una aceptación de que la administración de Donald Trump ha renunciado a su deber básico de proteger al pueblo estadounidense.
A lo largo de la campaña, Biden no ha dejado de recordar a los votantes que Trump y sus aliados han restado importancia al consejo de los expertos en salud pública de llevar mascarilla y de seguir las directrices de distanciamiento social para combatir la transmisión del virus.
El aspirante presidencial demócrata ha insistido en que Trump no tiene un plan para que Estados Unidos supere una crisis sanitaria y económica que afecta de alguna forma u otra a todos los ciudadanos, y que hasta este domingo ha matado a más de 225 mil personas.
A ocho días para los comicios, Trump marcha rezagado en las encuestas, por detrás de Joe Biden, cuando más de 60 millones de estadounidenses ya han votado presencialmente o por correo, un ritmo que de mantenerse podría llevar a la participación más alta en más de un siglo, según datos publicados este lunes por el Proyecto de Elecciones en Estados Unidos.
Entre tanto, se espera que el Senado apruebe esta tarde la nominación de la magistrada conservadora Amy Coney Barrett, elegida por Trump para cubrir la vacante que dejó en el Tribunal Supremo la fallecida magistrada progresista Ruth Bader Ginsburg.
La llegada de Barret a la máxima instancia judicial de Estados Unidos inclinará esa corte a la derecha, probablemente durante décadas.
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