Hotel Plaza, una joya en la vieja Habana

Hotel Plaza, una joya en la vieja Habana
Fecha de publicación: 
13 Junio 2021
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Apenas despertaba el Siglo XX, cuando se inauguró el Hotel Plaza. Ya el Martí de José Vilalta de Saavedra había sustituido en el actual Parque Central a Isabel II Reina de Epaña. El entorno cambiaba y crecía, así lo cuentan las investigadoras Desideria Ramos y Estela Rivas en un trabajo sobre la historia del Hotel:

"La Acera del Louvre (frente a la Plaza de Isabel II), había sido remodelada para dar paso al veterano Hotel Inglaterra y unos años más tarde al Hotel Telégrafo. En fin esta fue un área que creció considerablemente a fines del siglo XIX, elemento este que corrobora un articulista del Hogar el 28 de noviembre de 1897,  al comentar: “Se alzan una serie de magníficos edificios  que empiezan en la casa de Pedroso ocupada por el Diario de la Marina y termina en el parque de la Punta y los Departamentos de Obras Municipales".

Para la época en que este sitio se convirtió en hotel, ya se había recostruido también el Paseo del Prado y comenzaba a extenderse el Malecón. En medio del auge constructivo a lo largo del Prado y las Avenidas de Zulueta, Monserrate y Egido, la gran casa ocupada por el diario La Marina comienza a transformarse internamente y se amplía de modo considerable para convertirse en el Hotel Plaza.

En la década del 30 comenzó a operarlo la sociedad Hotel Plaza S.A. Aunque aquel contrato de arrendamiento concluyó en 1948 y pasó a otra compañía, la marca Plaza, su elegancia y distinción, queda de algún modo en la espiritualidad del edificio.

La Revolución interviene el hotel en los años 60 y en el 1975 inicia la primera reparación capital del inmueble, sobre el que ya pesaba el paso de los años. Después de varios períodos de restauración, finalmente en la década del 90 el Plaza emerge con su nueva imagen.

El Plaza en tiempos de pandemia

La Covid 19 ha cambiado las rutinas de todos y todas en el mundo. El Plaza no ha sido la excepción. Acostumbrado a los pasos de sus huéspedes ilustres, valga decir que son ilustrísimos todos a los ojos amables de un hotel con tanta tradición, pero hay algunos por los que cualquiera tiraría la alfombra roja: las bailarinas Ana Pavlova e Isadora Duncan; la conocida rumbera Ninon Sevilla; Paulina Álvarez, la Reina del Danzonete; el bolerista y guarachero Pacho Alonso " El Rey del Pilón "; y el recordado actor de la serie televisiva "Día y Noche", Jorge Villazón.

Pero como muchosde nosotros, el Plaza ha encontrado maneras de mantenerse activo a pesar de las circunstancias: en principio, recibieron más de doscientos clientes de los que estaban hospedados en casas particulares y debido a las medidas sanitarias se trasladaron a hoteles hasta que pudieran regresar a sus lugares de origen; luego, iniciaron la venta de alimentos para llevar y, al mismo tiempo, labores de reparación y restauración en varias de sus áreas, una faena necesaria y compleja, según nos explicó Adamis Rodríguez Vallina, Director General del Hotel: 

"El Hotel es grado 1 de Patrimonio y eso dificulta la modernización y ampliación de los servicios que ofrece, como ven la arquitectura del hotel es exquisita, es maravillosa y tiene valores que es importante respetar, si algo tenemos que defender es la protección del patrimonio de nuestro país". 

Sin embargo, la cadena Gran Caribe que opera hoy el Hotel Plaza, no renuncia a conseguir los más altos estándares de confort, pero según explicó Adamis a CubaSí, es esencial hacerlo "potenciando algo que nos hace únicos: la historia, los valores arquitectónicos, los valores identitarios del edificio."

Actualmente, las labores se concentran en el mobiliario, mejoras en el confort de las habitaciones y otras áreas: "reparar la hidráulica, cambiar las llaves de paso, darles mantenimiento a los ascensores; se resolvió el tema del abastecimiento de agua, es decir, una serie de acciones que nos permitan estar listos para la operación. De hecho, en el mes de abril nos preparamos en cuanto a los protocolos relacionados con la Covid, las buenas prácticas sanitarias y pudimos obtener la Certificación Turismo Higiénico más seguro que otorga y exige el Ministerio de Turismo de Cuba". 
Sin dudas, cuando reabra sus puertas, asistiremos a una instalación mucho más joven y acogedora.

El PLaza, una joya para la vieja Habana

Y aunque se parezca al título, las preposiciones aquí cambian la historia, pues resulta que el Plaza aporta mucho más que belleza y prosperidad económica a este entrañable trozo de ciudad donde está enclavado. La prestigia, sí, pero también está allí para ella, para su gente, para sus niños:

"Tenemos un vínculo con la ACAA, que radica en Obispo y aquí celebramos eventos, sobre todo con el Taller Pequeños Da Vinci, que es un proyecto comunitario infantil, donde les dan clases de pintura y nosotros les brindamos espacios para que hagan exposiciones y realicen talleres de verano con los niños de la comunidad.

"Nos vinculamos además con la Casa de Cultura de La Habana Vieja y recibimos artistas aficionados, proyectos culturales, sobre todo niños y jóvenes, que se presentan en el hotel en fechas señaladas, durante la propia campaña de verano se integran al programa de animación nuestro y es muy bueno, porque ellos ganan visibilidad, pero también nuestros trabajadores y huéspedes disfrutan mucho de esas propuestas, el intercambio con los niños, ver su creatividad, su preparación... creo que estas iniciativas nos enriquecen a todos".

Así nos lo cuenta Reiniel Bell, Director Comercial del Hotel Plaza, quien acompaña al Director del centro en una nueva apuesta por la responsabilidad social corporativa: la alianza con la Campaña Súmate por una vida plena. 

De la mano de esta iniciativa de la sociedad civil, el Plaza y otros hoteles del Grupo Gran Caribe se comprometen a involucrarse más activamente en temas como la protección del Medio Ambiente, el desarrollo sostenible, el empoderamiento de la mujer, la lucha contra cualquier tipo de discriminación, la salud, la infancia... en fin, todos los temas contenidos en la Agenda 2030 de la ONU, los cuales están expresados también en los lineamientos del Partido y el Gobierno en la isla.


Adamis Rodríguez Vallina, Director General del Hotel Plaza y Danilo Serrano, coordinador de la Campaña Súmate

Puertas abiertas a la esperanza

En La Habana se dice que Albert Einstein, durante su visita a Cuba, dedicó dos horas a conocer el Plaza y, en el 1929, en la suite presidencial, estuvo hospedado nada más y nada menos que el famoso pelotero Babe Ruth. La habitación que ocupó se conserva con carácter honorífico y se ha restaurado a modo de ejemplo de cómo aspira a verse el Plaza por dentro.

Sin embargo, ningún nombre me lo hace tan grande como esa vista del Edificio Bacardí desde una de sus terrazas; aquella en la que Martí luce como el centro de La Habana o estas fotos en las que le abre las puertas a la esperanza para que cante y baile en sus salones... 

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