¡Hasta la vista, compay!

Pareciera que Elpidio Valdés se hubiera quedado sin voz.

Esa voz que acompañó a generaciones completas de cubanos, que se les hizo entrañable.

La voz del más célebre, del más emblemático de los personajes de la animación cubana.

Frank González, fallecido este viernes a los 73 años, se consagró con la creación de Juan Padrón, hasta el punto de que el mítico coronel mambí constituyó, probablemente, la cumbre de su carrera.Pero él era más.

Era uno de los más versátiles actores de la radio y la televisión cubanas.

Dominaba todos los géneros, desde la comedia más chispeante hasta la tragedia más raigal.

Era presencia habitual en radionovelas, seriales, unitarios, telenovelas...

Particularmente entrañables fueron sus personajes en el espacio Aventuras.

Hizo teatro, hizo cine, hizo espectáculos humorísticos.

Pero su talento mayor se lo reservó a los niños: esa capacidad de hacer voces.

Algunos lo llamaban "el hombre de las mil voces".

En el doblaje de muchísimos dibujos animados está buena parte de su impronta.

Pareciera que Elpidio Valdés hubiera perdido su voz.

Pero no.

Esa voz sonará para todos los tiempos.

Nos habla todos los días.