Guanahacabibes con aderezos de leyendas

Una belleza natural fabulosa, con aderezos de leyendas, virginidad de ecosistemas, playas dotadas de un colorido particular y exponentes de la flora y la fauna que deslumbran al visitante, todo eso y más atesora el Parque Nacional Guanahacabibes, ubicado en la península de igual nombre, en el extremo más occidental de la provincia cubana de Pinar del Rio.

Deslumbra la presencia  de exóticas aves (FOTO ACN)

Con la categoría de Parque Nacional fue fundado en diciembre de 2001, hace ya 22 años, mediante el Acuerdo 4262 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros de la República de Cuba, yabriga  a especies de mamíferos, anfibios, reptiles, aves, incluidas las migratorias; mariposas diurnas y nocturnas, entre otros exponentes.

Especies de anfibios, reptiles y aves, incluidas las migratorias.

Desde 1987 la Península de Guanahacabibes fue declarada Reserva de la Biosfera por laUnesco. Tiene una extensión de más de 120 mil ha, de ellas 39 mil901 pertenecen al Parque, y constituye una de las áreas principales de anidación de tortugas marinas.  

 
Paisaje costero del Parque-Nacional-Guanahacabibes (Foto Rafael Fernández ACN)                   

Diversas especies endémicas y arrecifes coralinos coexisten en esa región, y en lo más hondo de sus aguas quedan evidencias de  más de 200 galeones, los cuales representan gran atractivo para quienes se sumergen en sus profundidades.

Cuenta con una reserva de alrededor de 140 sitios arqueológicos relacionados con la vida de los aborígenes, conocidos en la zona como Guanahatabeyes. Tales han sido los hallazgos que han dado fe de platos, cucharas, percutores de piedra y gubias de caracoles Strombus utilizados por ellos.

Tan protegida estaba esa zona,  rocosa y arenosa, que los pobladores precolombinos se refugiaron en ella para evitar ser vistos por los colonizadores españoles. En el área del Cabo de San Antonio, donde existieron esos refugios, se construyó el Faro Roncali,  a mediados del siglo XIX,  con unos 25 metros de altura, y el cual señala el punto más occidental de Cuba.

Leyendas, anécdotas curiosas, relatos que se han transmitido de una generación a otra revelan la presencia de tesoros escondidos de piratas, o la que se escucha sobre la Cueva de la Sorda, donde un anciano convirtió a dos mujeres en majá y cocodrilo para que fueran guardianas de una fortuna.

Representa un sitio de gran belleza y diversidad (FOTO ACN)

Relevante ha sido la relativa a María la Gorda, que hace referencia a la presunta llegada de una indígena venezolana traída a la fuerza por filibusteros y abandonada a su suerte, aunque existe la versión de que se trató de la hija de un navegante español quien naufragó y se afincó en la Ensenada de Corriente y para sobrevivir ofrecía comida y compañía  a los tripulantes de los barcos que llegaban hasta allí.

De las alrededor de 15 playas casi vírgenes de Guanahacabibes una de ellas ha sido nombrada María la Gorda, en franca referencia a la citada leyenda.

Playas vírgenes como María La Gorda (ACN)

La península de Guanahacabibes tiene una baja densidad demográfica que comienza en la ciénaga de Remates y concluye en el Cabo de San Antonio. Su anchura máxima es de 34 kilómetros, y va reduciéndose hasta formar lo que ha dado en denominarse cola del caimán.

Representa un sitio de gran belleza y diversidad, capaz de satisfacer las aspiraciones del más exigente amante de la naturaleza, el ecoturismo y las actividades acuáticas.