Fotos redescubiertas de Paul McCartney muestran la Beatlemanía desde el interior
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Un visitante observa fotografías durante una presentación preliminar de la exposición Paul McCartney Photographs 1963-64: Eyes of the Storm (Fotografías de Paul McCartney 1963-64: Los ojos de la tormenta) en la Galería Nacional de Retratos, el martes 27 de junio de 2023, en Londres, Gran Bretaña.
¿Existe realmente una nueva forma de ver a los Beatles, una de la bandas más fotografiadas y filmadas de la historia?
Sí, dice la Galería Nacional de Retratos de Gran Bretaña, que está proporcionando una perspectiva fresca con una exposición de imágenes del grupo desde una perspectiva distinta, capturadas por Paul McCartney en un momento en que alcanzaban la fama mundial.
El director de la galería, Nicholas Cullinan, dijo que la exposición, subtitulada “Eyes of the Storm” (“Los ojos de la tormenta”), es una oportunidad “de ver, por primera vez, a la Beatlemania de adentro hacia afuera”.
La semilla para la exhibición fue sembrada en 2020, ese año de proyectos en el encierro por la pandemia de COVID-19, cuando McCartney desenterró 1.000 fotografías olvidadas que había tomado en 1963 y 1964, años en los que los Cuatro Fabulosos pasaron de ser unas celebridades británicas en ascenso a superestrellas mundiales. Él y su equipo preguntaron si la Galería Nacional del Retrato estaría interesada en exhibirlas.
“Creo que ustedes probablemente pueden adivinar cuál fue nuestra respuesta”, declaró Cullinan al presentar la exposición a la prensa en Londres recientemente.
La muestra incluye 250 fotografías tomadas en Inglaterra, Francia y Estados Unidos que ilustran el recorrido de los Beatles desde vestuarios estrechos en teatros provinciales británicos a conciertos en estadios y hoteles de lujo.
“Era un torbellino alocado que estábamos viviendo”, escribe McCartney en una nota presente al principio de la exposición. “Simplemente nos estábamos maravillando ante el mundo, emocionados por todas estas pequeñas cosas que estaban formando parte de nuestras vidas”.
Rosie Broadley, que curó la muestra, dijo que la galería pronto se percató de que el hallazgo “no eran sólo fotos interesantes tomadas por una persona famosa”.
“En realidad está narrando una historia importante acerca de la historia cultural: la historia cultural británica y la historia cultural internacional”, señaló. “Este es un momento en el que la cultura británica se apoderó del mundo durante cierto tiempo”.
La exposición comienza a fines de 1963, poco después de que McCartney adquirió una cámara Pentax de 35 milímetros. Las fotografías iniciales en blanco y negro incluyen retratos de los Beatles, sus padres, novias, equipo y colegas, incluido su representante Brian Epstein.
Broadley dijo que estas imágenes muestran a “una celebridad provinciana británica de la posguerra”: conciertos en cines provincianos junto a bandas ahora poco conocidas como Peter Jay and the Jaywalkers, espectáculos de variedades durante 16 noches por la Navidad en el Finsbury Park Astoria de Londres, llamado Rainbow Theatre en la actualidad.
Cullinan dijo que las fotos transmiten una “sensación de intimidad” que está ausente de las fotografías profesionales de la banda.
“Estos no eran los Beatles siendo fotografiados por fotógrafos de prensa, por paparazzi, sino de compañero a compañero”, comentó. “Así, en estas imágenes hay verdadera ternura y vulnerabilidad”.
En enero de 1964, McCartney se llevó su cámara con la banda a París, captando la ciudad en el momento culminante de su Nueva Ola francesa. Mientras estaban allí, los Beatles se enteraron de que “I Want to Hold Your Hand” encabezaba las listas de popularidad en Estados Unidos.
En cuestión de días se encontraban en un avión con rumbo a Nueva York, donde su presentación del 9 de febrero en “The Ed Sullivan Show” fue vista por 73 millones de personas, y a partir de allí ya nada volvió a ser igual.
La sección de la exposición que transcurre en Estados Unidos muestra la vida cada vez más frenética de la banda. Muchas de las fotos fueron captadas desde aviones, trenes y automóviles conducidos por choferes, y muestran a multitudes de seguidores que gritaban e hileras de policías. En ocasiones McCartney dirigía su lente a los fotógrafos de prensa y revistas que lo observaban.
Una fotografía sorprendente fue tomada a través de la ventana trasera de un automóvil mientras una multitud perseguía a los Beatles por una calle de Manhattan, una escena que se repite en el primer largometraje de la banda, “A Hard Day’s Night”, filmado posteriormente ese año.
McCartney también tomaba fotos de extraños: una niña vista a través de la ventana de un tren, personal de tierra en el aeropuerto de Miami bromeando entre sí.
La última escala del grupo fue Miami, donde McCartney cambió a película de color. Los resultados, dijo Broadley, “se ven como una película en Technicolor, como un filme de Elvis”. En las fotos puede verse a John, Paul, George y Ringo nadando, asoleándose, esquiando en agua, incluso pescando. Desde la ventana de un hotel, McCartney fotografió a admiradoras suyas escribiendo “Amo a Paul” en letras gigantes sobre la arena.
McCartney, de 81 años, pasó horas hablando con los curadores acerca de las fotos y sus recuerdos mientras ellos preparaban la exposición, una de las muestras con las que se reinauguró la Galería Nacional de Retratos tras una renovación de tres años.
Las imágenes se mantuvieron conservadas durante décadas en negativos sin revelar o tiras de contacto. McCartney nunca las había visto en formato grande sino hasta que la galería las mandó imprimir.
El proyecto no careció de riesgos. El músico reconoce que él no es un fotógrafo profesional, a pesar de que su fallecida esposa Linda McCartney sí lo era, al igual que la hija de ambos Mary McCartney. Algunas de las fotografías están borrosas o su composición fue apresurada. Pero lo que les falta en técnica lo compensan con espontaneidad.
Broadley dijo que a McCartney “le daban nervios exhibir algunas de las de composición menos formal o las que no están muy bien enfocadas”.
“Pero creo que lo convencimos de que nos gustaron esas por la historia que narran”, manifestó. “Es bastante agradable tener esas en las que están sentados con una taza de té antes del evento”.
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