¿Era de sanciones de EE.UU. conocerá su fin en una década?

De acuerdo con un informe publicado este martes por la revista Foreign Affairs, imponer sanciones a otros países ha sido durante mucho tiempo el arma diplomática favorita de Estados Unidos. Un ejemplo notable de este caso es la decisión de Washington y sus aliados europeos de imponer diversas rondas de sanciones a Rusia por el conflicto en Ucrania.

No obstante, mientras el Gobierno estadounidense insiste cada vez más en su política de sanciones, muchos gobiernos han comenzado a fortalecer sus economías con el fin de hacer frente al bloqueo impuesto por EE.UU.

Esta estrategia, según detalla la revista, ha sido adoptada a raíz de los tres eventos ocurridos durante los últimos años en torno a Irán, Rusia y China. Primero fue en 2012 cuando EE.UU. desconectó a Irán del sistema de la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT, por sus siglas en inglés), que permite prácticamente todos los pagos internacionales, con el fin de asfixiar la economía del país persa.

Luego en 2014, el Occidente impuso sanciones a Rusia después de la anexión de Crimea —territorio disputado entre Rusia y Ucrania—, lo que llevó a Moscú a considerar la autonomía económica como una prioridad. Además, en 2017, Washington inició una guerra comercial con Pekín por los avances tecnológicas y económicas del país asiático.

“El poder de EE.UU. para imponer sanciones a otros países se deriva de la primacía del dólar y la supervisión estadounidense de los canales financieros globales”, se lee en el texto.

Por lo tanto, de acuerdo con la nota, la referida situación mundial fuerza a otros países a “buscar innovaciones financieras que disminuyan estas ventajas estadounidenses”.

El documento ha explicado que entre diversos medios para enfrentarse con los embargos se puede mencionar el intercambio de divisas bilaterales que permiten a los países eludir el dólar y conectar directamente los bancos centrales de ambos países. Es más, crear sistemas de pago alternativos y las monedas digitales son otros métodos alternativos que ayudan a realizar transacciones a través de canales capaces de evadir sanciones.