En Cuba también hubo un Girón electrónico
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La mal llamada Radio TV Martí terminó siendo un globo desinflado por la tecnología cubana.
Por estos días celebramos el 63 aniversario de la primera gran derrota del imperialismo estadounidense en América Latina, cuando en menos de 72 horas fue derrotada en Playa Girón la Brigada mercenaria organizada, equipada y entrenada por la CIA. El plan incluía una campaña de propaganda y desinformación en la que se destacó Radio Swan, que ofreció apoyo táctico a los mercenarios y tergiversó lo que estaba sucediendo.
Años más tarde hubo un Girón electrónico, donde los yanquis también se llevaron la peor parte. El 8 de julio de 2014 el Departamento de Estado anunció que Estados Unidos finalizaba oficialmente uno de los programas más ineficaces y ampliamente criticados de la última década, destinado a socavar al gobierno cubano: la transmisión de la mal llamada TV Martí desde una aeronave.
En una noticia publicada en la revista Foreing policy, se reconocía que desde su lanzamiento el programa se vio afectado por un simple problema: cada día que el avión voló fue bloqueada su señal de transmisión, lo que significó que los cubanos no podían ver los programas de televisión. De esta manera se reconocía la derrota en el campo tecnológico del imperialismo yanqui que ya cumplió 34 años.
Las transmisiones se iniciaron el 27 de marzo de 1990 por el canal 13 de la televisión en VHF desde un aerostato ubicado a una altura de 10 000 pies sobre el nivel del mar. A los pocos minutos la señal se interfirió. El 20 de noviembre de 1997 surge una nueva escalada del enemigo al comenzar sus transmisiones en la banda de UHF y nuevamente se evitó en pocos minutos la penetración de la señal. Cambiaron en varias oportunidades de canal con el objetivo de sorprendernos, siendo en vano dicho propósito.
Una nueva modalidad de las transmisiones de televisión se produce el 20 de mayo de 2003, y luego a partir del 21 de agosto de 2004, al emplearse una aeronave militar del tipo EC-130J, perteneciente al Comando Solo de una Unidad de Guerra Psicológica de las Fuerzas Armadas de EE.UU. Comenzó una vez por semana por espacio de cuatro horas y media y a partir de agosto de 2006 se realizaron diariamente. Una vez más, los técnicos cubanos detuvieron la penetración de la señal televisiva proveniente de un transmisor instalado en aviones.
En julio de 2005 el huracán Dennis desapareció el globo cautivo y a partir de agosto de 2006, las transmisiones se realizaron utilizando un bimotor Gulfstream G-1 alquilado a una empresa aérea.
Uno de los aviones que transmitía hacia Cuba la televisión invisible
Casi dos meses antes de que se pusiera en el éter la señal de TV Martí, ya estaban creadas las condiciones técnicas para enfrentar esta agresión. La respuesta cubana fue contundente gracias a la pericia de ingenieros y técnicos que diseñaron, desarrollaron, construyeron y pusieron a punto los equipos para lograr una interferencia efectiva.
El 3 de abril de 1990 en conferencia de prensa ofrecida por el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz sobre la televisión anticubana, a la que asistieron 246 periodistas procedentes de todas partes del mundo, de ellos 53 representantes de 22 órganos de la prensa norteamericana, varios corresponsales se interesaron por conocer si la teleagresión podría devenir en un asunto militar, y la probabilidad de que EE.UU. realizara una operación militar aérea quirúrgica contra las torres que producían la interferencia a TV Martí. La respuesta de Fidel fue la siguiente:
“Cuando se inicia una aventura como esta, cuando se llevan a cabo actos violatorios de la ley internacional, cuando se produce una agresión contra un país soberano, como ha ocurrido en este caso, cualquier cosa puede pasar. Incluso, cuando nosotros vemos lo absurdo de todo esto, hemos pensado, a veces, que tal vez Estados Unidos esté buscando algunos pretextos para llevar a cabo una confrontación militar contra Cuba […].
[…] No estamos en condiciones de asegurar cuáles son las intenciones verdaderas de Estados Unidos, pero, de todas formas, eso no nos intimida. No será fácil para Estados Unidos doblegar a Cuba; no será fácil que nos pueda imponer por la fuerza algo que está contra la voluntad de nuestro país, y no será fácil llevar adelante aventuras de tipo militar contra nuestra patria […].
[…] Nosotros trataríamos, en ese caso, de que el “cirujano” salga lo peor parado posible, pague su precio por eso; porque hacer cirugía no es tan fácil, agarrar un tigre con la mano no es tan fácil. Sé que tienen tecnología y tienen muchas cosas, pero nosotros tenemos otras, sobre todo, de tipo moral; en especial, que no les tenemos ningún miedo y, sobre todo, porque estamos dispuestos a enfrentar la lucha en cualquier terreno. No te creas que con nosotros se puede estar jugueteando a eso, a estar haciendo operaciones quirúrgicas, porque nosotros podemos hacer también operaciones quirúrgicas en un terreno o en otro.
[…] Permíteme decirte que cualquier agresión a Cuba se puede convertir en un problema más serio, mucho más complicado, se puede convertir en una guerra. Así que realizar operaciones de ese tipo contra nuestro país, nadie sabe las consecuencias que pueda tener, nosotros no nos vamos a quedar con los brazos cruzados, porque tenemos imaginación y sabremos responder golpe por golpe, donde hay que golpear y en el momento que hay que golpear. De eso no le quepa duda a nadie. Así que espero que se aconsejen bien antes de que empiecen a querer hacer alardes tecnológicos aquí. A lo mejor vienen con sus aviones invisibles, y nosotros podemos hacer otras cosas invisibles también. Y ahora que ellos interpreten lo que quieran […]”.
[…] Hemos tenido paciencia, hemos esperado cinco años y no vemos por parte de Estados Unidos ninguna voluntad de resolver el problema, sino la de crear nuevos problemas y nuevos conflictos. Esa es la realidad que tenemos con esto, para una televisión, además, que no se ve. Pero nosotros, incluso, hemos calculado que puede en un momento llegar a verse; no sé qué medios técnicos se puedan inventar para que se vea a la fuerza. Tenemos calculadas también las distintas respuestas a cada una de las situaciones.
[…] Digo que es una tontería. En realidad, Estados Unidos no tenía ninguna necesidad de enfrascarse en esta ingloriosa acción; no le veo todavía lógica a incurrir en esta violación de la ley internacional. Ciertamente, en este caso no estamos defendiendo solo el derecho de Cuba; son decenas de países, muchos países, la inmensa mayoría del mundo, los que no están de acuerdo con esto, y no están de acuerdo porque ningún país se resigna fácilmente a aceptar la idea de que venga una gran potencia y desde un satélite, desde un globo, desde un zepelín, desde un avión, desde un barco, desde cualquier lugar le imponga las transmisiones de televisión.
[…] En este caso, nosotros no solo estamos defendiendo el derecho de Cuba: esta es la guerra de David contra Goliat, una vez más; una guerra electrónica ahora entre David y Goliat, en que realmente David está demostrando tener mucha más inteligencia que Goliat. Me explico por qué Goliat, ese personaje bíblico, fue derrotado: por bruto […]”.
Recordar lo acontecido en las arenas de Playa Girón en abril de 1961 y las ideas expuestas por Fidel aquel 3 de abril de 1990, nos fortalece, en el empeño de salvaguardar la seguridad y soberanía del país, en particular en el orden tecnológico y comunicacional, y nos pone a pensar en cómo usar, en la actualidad, no solo los canales de la radiodifusión, sino también la Internet y las redes sociales digitales en esos propósitos.
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