El tiro deportivo: De la diestra bendita de Pupo y otras miras ajustadas (+ Video)

El tiro deportivo cubano tuvo en Tokio una participación bastante nutrida. Hablamos de cinco exponentes, todos con un nivel considerable y capaces de ganarse sus respectivas clasificaciones a fuerza de… “donde pongo el ojo pongo la bala”.

Claro, que una vez en la capital nipona, a la hora cero, a los nuestros, con excepción del fenomenal pistolero rápido Leuris Pupo con su diestra plateada-bendita, y su Pardini como extensión de su brazo, les pasó factura el hecho de transitar por buena parte del ciclo en el silencio del polígono Enrique Borbonet.

Sorteando avatares múltiples, sin municiones ni sistemas electrónicos de diana y medición de disparos, sin apenas infraestructura de entrenamiento con prácticamente su hábitat preparatorio cayéndoles encima…

Funcionó la estrategia aplicada para las principales figuras, fundamentalmente Pupo y su entrañable compañero Jorge Félix Álvarez Llánes, el hecho de establecer su cuartel general prácticamente en otras latitudes tras los Juegos Panamericanos de Lima como lo fueron Perú, El Salvador y España en la recta final; en esta última compartida esa base con Jorge Grau, Laina Pérez y la fusilera Eglys de la Cruz.

Pero, aun así, esos oasis no suplieron la necesidad de un ciclo fluido, con entornos competitivos estables, con ese fogueo para sus respectivas miras y nervios que da la alta competición.

Con esas credenciales pugnaron los nuestros en tierras del Sol Naciente, en un año que sin muchos miramientos me atrevería a decir fue bueno para la disciplina, aupada por el subtítulo de Leuris a sus 44 años con 29 blancos deshechos y desenfundando a lo “Billy the Kid”; el escaño 12 de Jorge Félix en la propia modalidad, entre 26 pistoleros, demostrando consistencia en la élite de ese evento.

Así como también los respectivos puestos 14 y 19 de Laina Pérez en la pistola a 25 metros; y Grau en la de aire a diez metros. Además del propio peldaño 14 aunando esfuerzos en la prueba de aire mixta a una decena de metros.

Redondearon el performance antillano en el Asaka Shooting Range tokiota la fusilera espirituana de la Cruz, con lugares 23 y 37, en ese orden en el rifle de tres posiciones a 50 metros, y el aire a diez; así como el 32 de Laina en la pistola de aire.

Realidad hacia adentro de la élite

Esencialmente los rendimientos acumulados por nuestras principales cartas en ese segmento de ciclo que comprendió desde el 2018 hasta caído el telón de Tokio, son los que les confieren sus respectivas ubicaciones en los rankings mundiales de sus armas.

Así Pupo aparece tercero en la pistola rápida con 3 500 puntos, y antecedido por el as bajo los cinco aros, el francés Jean Quiquampox (6 250), y el muy estable alemán Christian Reitz (4 050). Relación en la cual Jorge Félix se coloca en el peldaño 24-1 280.

Le siguen Laina, dueña del 28-1 200 en la pistola a 25 metros; Grau con el 31-1 000 en la especialidad de aire; y Eglys en el 40-840 en el fusil de tres posiciones.

Aunque siendo objetivos, estoy convencido de que los nuestros tienen el aval cualitativo para superar sus ubicaciones actuales, en caso de que tuvieran mayor kilometraje para sus miras.

Acercamiento a Pupo

Cualquier radiografía al holguinero Leuris Pupo es más que merecida.

Poseedor de una competitividad extrema y unos deseos de superación constantes; el mejor tirador cubano de todos los tiempos materializó en el Asaka Shooting Camp 583-21x (series de 290-293), y accedió quinto al segmento decisivo. En la final patentó series de (3-5-4-4-3-5-3-2).

En cinco ediciones de Juegos Olímpicos previas, pupo siempre ha estado al nivel de los mejores exponentes de su prueba. A Continuación lo reseñamos, para dar fe de su condición de mejor tirador antillano de la historia.

    Sydney 2000: Noveno lugar con tirada de 584 a un puesto de los ocho clasificados, con el mismo puntaje que el octavo, pero por debajo en las series de desempate.

    Atenas 2004: Octavo escaño con tirada de 585. Ya el quorum de finalistas había sido reducido a seis.

    Beijing 2008: Séptimo en preliminares con 578.

    Londres 2012: Entró como tercero a la definición (586) y luego emergió monarca con 34 blancos “tumbados”.

    Río de Janeiro 2016: Con 583 pasó quinto a la definición. Esa misma plaza le deparó la final con 18 unidades.

Sencillamente bestial. Recuerdo que al término de Tokio le dediqué estas palabras:

… “Gracias Leuris, por hacer que coronara mi desvelo con sonrisa de satisfacción plena, como si yo estuviese disparando balas a tu lado. Gracias por ese brazo derecho bendito, por tu personalidad, por encaminar junto a Meinardo a Jorge Félix. Gracias, la gratitud es mi disparo más certero ante tu grandeza y humildad” ...

El relevo

Tras los Juegos Olímpicos de Tokio el tiro deportivo de la Mayor de las Antillas tuvo otro examen: los I juegos Panamericanos Junior de Cali-Valle, en Colombia. Allí, nuestra reducida comitiva no pudo hacerse de ningún puesto en el podio de premiaciones entre las seis modalidades convocadas; siendo lo más destacado el sexto puesto de Adianez Martínez Roque-Eddy Vázquez Figueredo en la prueba mixta del rifle de aire a diez metros.

Individualmente la séptima plaza de Elizabeth Tamayo Bruzón en la pistola de aire femenina devino el rendimiento de mayor connotación.

Lo cual se traduce en que, inconvenientes y escollos aparte urge continuar trabajando con el relevo de esta disciplina, desde los procesos de captación, pasando por su tránsito por las EIDE, e intentando establecer, pese a las notorias limitaciones de índole económica, al menos un calendario competitivo doméstico que permita al menos un entorno de confrontación para cada modalidad y categoría.

Urge rescatar o volver la mirada al polígono Enrique Borbonet, a sabiendas de que requiere de una inversión considerable. El bálsamo de las bases de entrenamiento extra fronteras no debe convertirse en un hábito, porque además es exclusivo de nuestras principales figuras.

Dilucidadas algunas cuestiones, y con el recuerdo fresco de esas 29 dianas plateadas de Pupo, una inyección motivacional perenne… es tiempo de trabajar.