EDITORIAL: Patria, el referente indiscutible

Patria fue el periódico de José Martí, el periódico de la Revolución Cubana. Fue plataforma para socializar los empeños de una guerra necesaria. Fue espacio para el análisis de un momento y para establecer las prioridades de ese momento. Fue voz de una emigración comprometida con la independencia de la nación. Constituyó instrumento de movilización. Aunó posiciones disímiles en un discurso sólido, coherente, con la mira en el objetivo principal: liberar a Cuba del yugo colonial. Y vislumbrar la República añorada. Patria fue el periódico de la unidad.

Toda Revolución necesita de una prensa. Y no con el mero rol de escribir la crónica y dejar testimonio de la gesta, sino como ámbito generador de ideas, como laboratorio útil. A la prensa revolucionaria le corresponde también la misión de consolidar un cuerpo simbólico, y someterlo constantemente a escrutinio. Porque Revolución que se anquilosa, deja de ser Revolución. La prensa tiene que ser atalaya.

Y la prensa revolucionaria (y así la entendió José Martí) debe tener una vocación profundamente cultural, elevando el ejercicio cotidiano a una dimensión trascendental: la construcción de un consenso, con todas sus implicaciones, atendiendo los matices y estableciendo jerarquías.

El periódico Patria sigue siendo referente. No es capricho que Cuba celebre el Día de la Prensa justo cuando se cumple el aniversario de la fundación de este órgano. Salvando las comprensibles distancias, los medios de comunicación de ahora comparten cometidos y desafíos con el periódico que fundó Martí. El primero: la defensa del derecho de existir de una Revolución, que se sustenta en su necesidad y su capacidad de representar las aspiraciones de un pueblo.

La vocación de servicio, ajena a vanidades e intereses individualistas, debe caracterizar al periodismo revolucionario. Los pies sobre la tierra, el oído atento, la voz clara y precisa. Hondura en el pensamiento, vuelo en el estilo.

El periodismo revolucionario no puede ser baluarte de elites, tiene que ser herramienta popular. Del pueblo tiene que salir ese periodismo. Al pueblo debe servirle. Y es su responsabilidad abrir el mayor espectro temático posible, de manera que se atiendan todas las demandas.

Hay artículos publicados en Patria que conservan singular vigencia, algunos de ellos escritos por el propio Martí. Son los que reconocen los pilares de una Revolución que en definitiva ha sido única. Convendría detenerse en esos conceptos, en tiempos particularmente complejos para la nación.

La prensa tiene que ser faro y valladar. Y en momentos en que la democratización de las tecnologías ha multiplicado el concierto de la opinión pública, el periodismo profesional debe consolidarse en referente de veracidad y rigor. Como lo fue Patria en época de libelos.