Dispersión y casos asintomáticos: principales características de la COVID-19 en La Habana

Continúa siendo la dispersión uno de los principales factores que definen la complejidad epidemiológica en La Habana, afirmó Yadira Olivera Nodarse, subdirectora provincial de Salud en el espacio radiotelevisivo de la Mesa Redonda, al referirse al comportamiento de la pandemia de la COVID-19 en los últimos 15 días en la ciudad.

Según afirmó la especialista, también directora del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, en estas dos semanas la capital ha registrado como promedio diario una cifra de 28 casos confirmados, para un total de 195 positivos en los últimos siete días.

Si bien siguen siendo los hombres y los comprendidos en el grupo etario de 20 a 59 años los más afectados, emerge un segmento poblacional de alto riesgo: las amas de casa, en contacto con trabajadores y estudiantes dentro y fuera de la familia.

Así mismo merece reiterada atención el hecho de que en la quincena anterior el 64 % de los confirmados con el nuevo coronavirus hayan sido asintomáticos. De ese mismo modo, son Centro Habana, Arroyo Naranjo, Diez de Octubre y Cerro los municipios de mayor riesgo epidemiológico.

Olivera Nodarse se refierió, además, a que los 54 controles de foco activos en la provincia se mantienen bajo estricto monitoreo técnico para evitar que se conviertan en eventos de transmisión, con el apoyo de la Inspección Sanitaria Estatal y la reorganización de la pesquisa activa, que a partir de los estudios poblacionales llevados a cabo por los equipos básicos de Salud ha logrado detectar 20 casos en la semana pasada en zonas silentes de altísimo riesgo.

Esta pandemia ha generado, no solo en esta ciudad, sino en todo el país, grandes costos económicos a los que se refirió en el mismo programa, Jorge Luis Villa, Coordinador de Programas Económicos del Gobierno de La Habana, quien comentó cómo se ha enfrentado gracias a la política inclusiva del Estado cubano, reorientar los recursos hacia las prioridades del momento y aplicar profundas medidas de protección desde la Asistencia Social.

Bajo este concepto, hoy en la capital 59 000 núcleos vulnerables reciben las bondades de ese sistema, algo posible a partir de reajustes económicos en la provincia que han comprendido, en lo fundamental, interrupción de actividades no imprescindibles, restricción de actividades de Comercio, el incremento y fomento del teletrabajo y el trabajo a distancia y la forzosa interrupción de la docencia.

De manera general, de acuerdo con la intervención de Villa, el costo de la COVID-19 a la economía capitalina asciende a los 125 millones de pesos, por conceptos de alimentación, lencería y avituallamiento para instituciones de Salud, gastos médicos, transportación, personal y asistencia social.

Amén de que la situación epidemiológica haya afectado los ingresos y haya requerido una readecuación del presupuesto, ciertas medias permiten enfrentar la pandemia y recuperar paulatinamente este vital sector. Estas serían el aumento en la eficiencia y el uso cada vez más racional de los recursos, enfocados, además del control de la pandemia, en la producción de alimentos y de materiales de la construcción a nivel local.

Precisamente para preservar lo realizado hasta el momento y apoyar los esfuerzos del sistema de Salud, se trabaja desde la fiscalización, sobre lo cual Orestes Llanes Mestres, Coordinador del programa de Fiscalización, control e higiene de la provincia, informó que a partir de la entrada en vigor del Decreto 14 del Consejo de Ministros a principios de septiembre se han aplicado un total de 34 000 acciones de control, de ellas 10 000 multas de 2 000 y 3 000 pesos.

Resaltó que 69 directivos de los sectores estatal y por cuenta propia han sido también multados por violaciones de lo establecido, y señaló que estas multas deben ser pagadas de la economía personal de a quien haya sido impuesta.

Y como tantas veces se ha explicado, el principal objetivo de estas acciones es lograr un escenario que desde la disciplina personal y colectiva sea favorable para asestar un golpe de gracia a la COVID-19 en esta capital.

A ello llamó nuevamente Reinaldo García Zapata, vicepresidente del Consejo de Defensa Provincial y Gobernador de La Habana, quien convocó a aprovechar los restantes días del mes en curso desde el combate a lo mal hecho con compromiso con el trabajo de tantos.

En consonancia, reconoció el papel desempeñado por todo el personal de la Salud, los jóvenes estudiantes, los educadores y los trabajadores del Ministerio del Interior, fundamentalmente de la Policía Nacional Revolucionaria en la titánica tarea que ha significado cerrarle el cerco al nuevo coronavirus, incluso cuando los resultados no son todavía los ansiados.

A continuar trabajando, edificando con el ejemplo una ciudad cada vez más ordenada y articulada en todos sus procesos en función del objetivo común que hoy ocupa a todo el país fue la convocatoria de García Zapata, quien afirmó a nombre de las autoridades capitalinas, confiar en plenitud en las capacidades de los habaneros así como en la demostrada disciplina en tantos momentos a lo largo de nuestra historia.