Destacan intenso trabajo en Salud, al cumplirse un año del inicio de la COVID-19

El intenso trabajo, el perfeccionamiento de los protocolos y la interrelación con la ciencia y otros organismos de la administración del Estado (OACE) han marcado al Ministerio de Salud Pública (Minsap), desde que hace un año Cuba reportara los primeros casos positivos a la COVID-19.

Al decir de Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, el enfrentamiento a una epidemia es una tarea compleja que requiere de acciones precisas, que van desde la detección temprana del caso en la comunidad por el médico de la familia, la atención hospitalaria, hasta la percepción de riesgo de la población.

Excepto Cuba ningún otro país en el mundo realiza pruebas PCR (en tiempo real) completamente gratis a los personas sospechosas de portar el SARS-CoV-2, ni buscan inmediatamente a sus contactos con vistas a aislarlos.

Tampoco escatimamos en recursos; por ejemplo, los reactivos para identificar el virus son muy caros y por su alta demanda hay poca disponibilidad, pero la nación los ha asegurado, dijo la
vicetitular en el programa Mesa Redonda. 

Destacó el apoyo constante en los 12 meses transcurridos por todos los sectores de la comunidad en el enfrentamiento al virus, como los estudiantes que dejaron sus clases en las universidades para sumarse a la pesquisa activa en los barrios y al trabajo en la zona roja.

Además, la interrelación con científicos, matemáticos y bioestadísticos ha permitido reacomodar la red de servicios de salud en cada pico de la enfermedad, que han padecido más de 118 millones de personas en el mundo, manifestó Peña García.

Antes de que se reportaran los primeros casos de COVID-19, hace exactamente un año, la nación antillana tenía un plan definido para el enfrentamiento al coronavirus, que incluía a todos los OACE y la reorganización de los centros hospitalarios, diferenciando los que atenderían directamente a pacientes con COVID-19.

La vicetitular del Minsap señaló que se movieron recursos humanos de la atención primaria a los centros para pacientes sintomáticos, asintomáticos y sospechosos, y además Cuba dio respuesta a las peticiones de ayuda del exterior con el envío de brigadas médicas Henry Reeve a diversas naciones.

También la funcionaria exhortó al comportamiento responsable de la población, en especial de las personas con enfermedades de base como la hipertensión y la diabetes, pues de los 361
fallecidos que se acumulan, solo cinco no tenían comorbilidades. 

Peña García recordó los tres rebrotes que ha presentado el país, el último de ellos aún se vive, y tuvo como punto de partida el incumplimiento de las medidas de aislamiento de los viajeros
internacionales en los hogares, tras la apertura de los aeropuertos internacionales en noviembre de 2020.

Un año después de identificarse los primeros casos, 59 mil 157 cubanos han padecido la COVID-19.