DE LAS REDES: ¿Y si Glenda no quiere ser noticia?

Esta historia es una de las que ha impactado en las redes sociales durante estos días intensos y cargados de polémica alrededor del referendo que someterá a consulta popular el nuevo Código de las Familias.

Muchos celebran con ellas el amor, así, naturalmente; algunos aplauden la valentía de la joven que colgó el cartel para su novia en un preuniversitario avileño; no pocos se escandalizan ante lo que consideran inmoral, inaceptable o, cuando menos, innecesario.

No falta quien pregunte si sería noticia semejante declaración de amor entre una pareja de adolescentes heterosexuales. Puede que sí, teniendo en cuenta que no se trata de un titular del periódico Invasor, sino de un post en redes sociales, y allí, muchas veces, mandan las emociones.

También cabe preguntarse por qué es noticia, por qué estremece más que cualquiera de los millones de postaleos de parejas felices que abundan en las redes, por qué casi nadie pasa de largo y a favor o en contra se toman el tiempo de opinar. ¿Porque no es «lo normal»?

Pues yo me atrevería a asegurar que Glenda y su novia prefieren ser «normales» que ser noticia. Quisieran ser mujeres enamoradas y no mujeres valientes. La normalidad es una construcción a veces muy injusta, y esa es una de las razones por las que un Código como el que este domingo Cuba ha llevado a las urnas tiene la virtud de hacernos un mejor país. 

Un país donde, al fin, ese cartel solo sea otra linda expresión de amor; un país donde Glenda y su pareja solo sean noticia en las crónicas inspiradoras del 14 de Febrero, junto a Fernando y Teresa, Lachy y Adiel, sin etiquetas; un país donde cada uno de los amores sea, como dice el poeta, «un amor común, tan simple y tan sabroso como tener salud», será, sin dudas, un mejor país.