Cuba y París 2024

El objetivo reconocido por las máximas autoridades deportivas cubanas para los Juegos Olímpicos de París 2024 el alcanzar cinco medallas de oro y una ubicación entre los 20 primeros países del medallero, meta posible tomando en cuenta las potencialidades de la delegación.

Con ese saldo se puede lograr el propósito colectivo, según la tendencia en las últimas citas estivales, y aunque siempre salimos con el mayor optimismo posible, pensando que pueden ser más, es preferible centrarnos en los caballos de batalla, los que no pueden fallar.

Ahí sin dudas están nuestros mejores deportes históricos en estas lides: el boxeo y la lucha, cada uno con el compromiso de aportar un par de títulos.
Los boxeadores, víctimas de una renovación forzosa que adelantó a púgiles previstos para ciclos venideros, dependerán fundamentalmente de los dos veteranos, Arlen López y Julio César La Cruz, quienes intentarán incluirse en el selecto grupo de tricampeones olímpicos.

Arlen ha sido el más inestable, pero cuando ve los anillos se crece, y en honor a la verdad, cuando está concentrado, motivado y bien preparado no tiene rival en su peso.

Bastante más estable es el capitán de la escuadra y nuevo abanderado de la delegación, a quien estudian al detalle todos los rivales y muy pocos han logrado encontrar sorbe el ring en la última década. Ellos dos son las apuestas seguras, y le dejo la puerta abierta a Saidel Horta y Erislandy Álvarez, como posibles eléctricos.

Con la lucha pasa algo similar, pues Mijaín López no tiene parangón, y Luis Orta reinó a sus anchas en este cuatrienio en su nueva categoría. 

Dejar de lado el honor de portar el estandarte patrio en esa inauguración sobre el agua que será histórica es una muestra calara del compromiso del gigante de ébano con ese oro que lo pondría como el único en su deporte con cinco coronas.
Orta fue el oro inesperado en Tokio 2020, pero ahora es el hombre a derrotar, y la forma y la confianza ganadas desde entonces lo hacen casi invencible.
 
El campeón mundial Gabriel Rosillo es el otro aspirante de fuerza al podio, pero los Juegos Olímpicos son otra cosa, ojalá ratifique lo hecho en el certamen del orbe o al menos llegue al podio, como puede hacer Kevin de Armas o los libristas Alejandro Valdés y Geandry Garzón.

Si estos cinchetes cumplen, entonces quedaría un oro a repartir entre la triplista Leyanis Pérez, el tirador Leuris Pupo y la canoísta Yarisleidis Cirilo; no creo que nadie más parta con olor a campeón en nuestra comitiva.
Pupo es la experiencia y la parsimonia personificadas; si se cuela en la final hay de todo con él, mientras que a las muchachas esperemos que no les pase factura el saberse favoritas en sus respectivas modalidades, tomando en cuenta su juventud.

Por ahí deben andar los tiros en nuestra delegación, en cuanto a oro se refiere; para otros metales está más abierto el diapasón.