Cuba sentó cátedra en Béisbol 5

Cuba sentó cátedra en Béisbol 5
Fecha de publicación: 
14 Noviembre 2022
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Los golpes sufridos en los últimos años con la pelota nos llamaban a ser cautos con respecto a la I Copa del Mundo de Béisbol 5, pero visto lo visto, los cubanos sentaron cátedra en el deporte quizás más practicado históricamente en este archipiélago.

De hecho, los nuestros en el primer partido cometieron varios errores de regla que incidieron en salir debajo 0x3 ante el modesto elenco de Hong Kong, pero, una vez pulidas esas ligeras equivocaciones, fueron una verdadera aplanadora y no le dieron tregua a nadie, hasta finalizar invictos, al imponerse en un mínimo de dos juegos a todos sus rivales.

Como dijeron los especialistas desde antes del evento, Japón era la mayor amenaza, pero a los nipones también los barrieron de forma contundente, tanto en la fase preliminar, cuando compartieron el grupo A, como luego, en la disputa de la corona.

Los nuestros, entrenados por Pablo Terry, hicieron también historia al facturar el primer triple play en un evento internacional, en aquel desafío inicial ante Hong Kong.

En la emblemática Plaza del Zócalo brillaron, entre otros, Orlando Amador, Roivelis Núñez, Shakira Aspiazú y Briandy Molina, quien también formó parte del colectivo de entrenadores que han mostrado por el mundo el Béisbol 5, a través de conferencias en diferentes lugares para popularizar la disciplina.

Sucede que el deporte nacido en las calles de Cuba como cuatro esquinas es la nueva perla de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol, que lo intenta impulsar como modalidad competitiva, e incluso hacerlo debutar en venideros Juegos Olímpicos.

Su poco gasto económico, gancho entre los jóvenes y carácter inclusivo, al mezclar en el mismo equipo a hombres y mujeres, lo hacen un serio candidato a tomar el relevo de los tradicionales béisbol y softbol, aunque de alguna manera eso nos duela.

Ya su estreno está pautado en el programa de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Dakar 2026 (antes habrá otra Copa del Mundo en 2024), y desde el punto de vista televisivo (que afortunadamente pudimos comprobar los cubanos) también luce atractivo, por lo que seguramente seguirá creciendo.

El buen espíritu de compañerismo entre los rivales también habla muy bien de la disciplina en pos de su universalización, que debe crecer mucho más, sobre todo en Europa.

Al fin del béisbol tenemos una gran alegría, luego de aquel subtítulo del sub-15 que, de alguna manera, nos sacó de la amargura. La experiencia nos llama a tampoco dormirnos en los laureles, porque con el paso del tiempo, y sobre todo si gana en peso en competiciones multideportivas, crecerán la calidad y la rivalidad sobre las canchas.

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