Cuba denuncia: Cualquier coincidencia es puro cinismo

Al final de la Conferencia de Prensa, el Canciller cubano no había dejado ni una sola tiñosa sin jaula. Con elocuencia y dignidad (una costumbre que dejó Raúl Roa en la diplomacia revolucionaria cubana), Bruno Rodríguez Parrilla desenmascaró a los títeres y a los titiriteros, alertó a los engañados o confundidos y nos dio la razón con pruebas contundentes a los que siempre supimos que esta dolorosa puesta en escena es obra del mismo staff: guión y producción general: Gobierno de los Estados Unidos.

"Es sabido que el Gobierno de los Estados Unidos identificó el impacto del virus SarCov2 y la pandemia como una oportunidad para reforzar el bloqueo con motivaciones políticas para reforzar la agresión a nuestro país. Ha sido un intento deliberado, cruel, oportunista de aprovechar las condiciones de una pandemia para estrangular nuestra economía", afirmó.

Con nombres y apellidos, expuso a quienes echaron a andar este simulacro de estallido social amparados por instituciones en la Florida que, a su vez, tienen el absoluto amparo del Departamento de Estado y, además, cuentan con un brazo comunicacional que no duda en cumplir la orden de convocar al desorden, el linchamiento y la violencia: ADN Cuba.

Ya se ha mostrado cuáles son las cuentas en redes sociales desde las que se conspiró ahora para cometer genocidio contra el pueblo de Cuba (dicho sea de paso, pocas cuentas reales, muchos bots).

Si bien el refranero popular advierte que de buenas intenciones está hecho el camino del infierno, en la historia de Cuba esa ruta casi siempre viene del norte y, "curiosamente", la etiqueta que pide SOS para Cuba, la que apuntaba una intervención humanitaria, fue lanzada por aquella compañía norteamericana y no por sector alguno de la sociedad civil o del pueblo cubano.

Una vez más, Bruno dejó claro el concepto de intervención humanitaria y los ejemplos que pocos en Cuba desconocen: Granada, donde murieron hijos de esta tierra durante la intervención humanitaria y las imágenes de Kosovo, Yugoslavia, que todavía están en el imaginario de mi generación como símbolo de la destrucción, también son el archivo visual de una intervención humanitaria.

Durante la Conferencia de Prensa no faltaron preguntas que pretendían poner el dedo en la llaga, pero quizás eran también víctimas de la manipulación o les faltaba entrenamiento de tanto callar otros dolores que el Ministro cubano se vio en la necesidad de recordarles: las brigadas antimotines o los gases lacrimógenos que hemos visto recientemente en algunas naciones de Latinoamérica y Europa y los casi 400 colegas, periodistas, maltratados y reprimidos en Washington.

Todas las suspicacias se han activado alrededor de las posiciones y políticas del gobierno cubano para enfrentar la actual situación, sin embargo, pocas despertó la denuncia del 23 de junio ante la Asamblea General de la ONU que hoy citó el Canciller:

"Los Estados Unidos emplean cuantiosos recursos, laboratorios sociales y herramientas de alta tecnología en una desenfrenada campaña dirigida a desacreditar a Cuba mediante el uso de la mentira y el uso de la manipulación de datos".

Tristemente, estamos comprobando la veracidad de estas palabras. ¿O me dirán que de "coincidencias" están llenas las redes sociales por estos días? ¿Cómo llamamos a esas fotos y videos falsos que circulan ? ¿Imágenes coincidentes? Lo de menos es que pasen la celebración bonarense de la Copa América por una manifestación en La Habana o confundan un litoral de Egipto con  nuestro Malecón,  pero su perversión va muy lejos y juega con nuestra más profunda sensibilidad humana mostrando niños heridos o muertos, que no duelen menos por no ser cubanos, pero ciertamente no lo son.

Decencia, apego a la ley y a la propia plataforma electoral que los llevó a gobernar, es el llamado que hace Cuba en la voz de su Ministro de Exteriores. Un llamado a la coherencia al Presidente Biden: "no mantenga las políticas que de una manera vehemente y clara criticó de sus antecesores".

El gobierno norteamericano pide a su par cubano que escuche a su pueblo y desde la isla le devolvemos el consejo, le invitamos a que escuche a los ciudadanos norteamericanos y de paso, a la comunidad internacional que apoya año tras año el cese del bloqueo.

Al final de la Conferencia de Prensa, me quedo dándole vueltas a una pregunta interesante: ¿será casual que toda esta ofensiva contra la Revolución llegue casi justo a la hora en que Cuba vuelve a recibir ese contundente respaldo a su resolución para el cese del bloqueo y, además, logra desarrollar la primera vacuna de Latinoamérica contra la Covid 19 y, por si fuera poco, con una eficiencia al nivel del primer mundo?

Ante las coincidencias y el cinismo, Cuba está respondiendo: trabajar, salvar vidas, vacunar, luchar, defender su soberanía sin odios, pero con todo el valor que nos corre por las venas.