Cuba al Clásico: la alineación

Falta todavía bastante tiempo, pero desde ya la afición cubana debate sobre las alineaciones probables del equipo nacional en el venidero Clásico Mundial de béisbol.

Evidentemente, se basan sobre todo en lo visto en los topes de preparación sostenidos hasta el momento en Japón, aunque el balance en esta oportunidad es negativo (dos victorias y tres derrotas).

Es precisamente la ofensiva el punto preocupante para los aficionados y especialistas, como ha sucedido en prácticamente todos los seleccionados cubanos en la última década.

Durante estos topes no ha sido la excepción, pero algunos hombres mostraron buena forma, como el torpedero Erisbel Arruebarrena, el utility Dayán García y el jardinero Yoelkis Guibert.

Sin embargo, creo que para estos dos últimos será bien difícil colarse en la alineación titular, porque otros nombres los opacan.

Nadie se atrevería a dejar fuera de esa primera lista al patrullero Luis Robert Moirán y los jugadores de cuadro Yoan Moncada y Andy Ibáñez, lo cual complica la presencia de los mencionados más arriba.

En el diamante me parece que hay pocas dudas y solo veo posibilidad de cambio en la primera base, pues Moncada debe defender la antesala, Ibáñez la segunda y Arruebarrena el campo corto, y quedaría la disyuntiva en la inicial, probablemente entre Yadir Drake y Ariel Martínez.

En los jardines seguramente estarán Roel Santos, Luis Robert y Yoenis Céspedes, con Alfredo Despaigne de designado, y la opción para Guibert, que se lo ha ganado a palo limpio, como se dice en buen cubano, creo que pasa por el estado físico de Céspedes, a quien no se ha visto jugar en buen tiempo.

Así las cosas, mi alineación sería a base de Santos, Moncada, Luis Robert, Céspedes, Despaigne, Lorenzo Quintana, Arruebarrena, Drake e Ibáñez, con la salvedad de que, si no está Céspedes, podría colocar a Guibert de primero y Roel de noveno, corriendo los demás puestos del orden al bate.

Por supuesto que esto es para el debut contra Países Bajos el 8 de marzo, porque se trata de un torneo que pudiera ser muy corto, si no se avanza a la segunda ronda, y no puede haber espacio para la inacción.

Si cualquiera de los más renombrados no se encuentra bien, hay que hacer ajustes, porque dos derrotas pueden complicar demasiado el panorama de cara a la clasificación.

Además, en caso de avanzar, también importa el lugar en que se logre, porque seguidamente lo que viene es un choque de vida o muerte contra uno de los dos punteros del grupo B, que deben ser el súper favorito Japón y Surcorea.

Lo mejor para el alto mando antillano es que hay variantes, pero no puede temblar el pulso a la hora de mover la alineación.