El regreso a las escuelas de niños y adolescentes sin estar inmunizados de la Covid-19 en los Estados Unidos es un tema que ha abierto un fuerte debate. Si bien para un grupo existe una gran preocupación por el temor de que enfermen y las cadenas de contagio comunitarias aumenten, todavía hay otro que ignora el problema epidemiológico a corto y mediano plazo.

Hace tan solo pocas semanas que los colegios en esa nación comenzaron sus clases presenciales, sin embargo, CNN en español recientemente publicó que “los crecientes casos de Covid-19, y la proporción cada vez mayor informada en niños, están causando que muchos expertos en salud se preocupen por las perspectivas a medida que avanza el año escolar en todo el país”.

En EE.UU. las calles están saturadas de vacunas, el privilegio que ningún país tiene, al punto de que ya estén planteando poner una tercera dosis de refuerzo, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reclame que esta sea donada para los países más desfavorecidos con habitantes que aún no están protegidos con la primera de las dosis.

Contradictorio, pero es que con tantos bulbos de Pfizer y Moderna, quitando a los latinos y negros como los más desfavorecidos en el proceso de vacunación, hay muchos ciudadanos y residentes allá que se niegan a vacunarse, un no rotundo y terco que no ceden a cambiar hasta que no llegan a lamentables momentos, ya cuando la despedida es la última de las alternativas.

Por otro lado, está el fenómeno de que se rehúsan a usar mascarillas, en algunos estados incluso sus gobernantes se niegan a que los profesores las porten dentro de las aulas de forma obligatoria, algo insólito, y es que está demostrado que las vacunas actuales no te salvan del contagio, pues estas evitan que un por ciento de personas desarrollen síntomas críticos y fallezcan.

Como es de esperar con adultos y una gran masa de niños y adolescentes sin inmunidad, y encima el uso de nasobuco a libre albedrío, “los niños representan ahora el 26 por ciento de los casos semanales de la Covid-19 reportados en todo Estados Unidos, es decir, más de 1 de cada 4 contagios, según los nuevos datos publicados este martes 7 de septiembre”, reportó CNN.

De acuerdo con las estadísticas de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), “entre el 26 de agosto y el 2 de septiembre, se notificaron 251.781 casos de Covid-19 en niños. Esta cifra representa más de una cuarta parte de los 939.470 casos totales que se reportaron esa semana”, indicó dicha cadena televisiva en su versión digital.

Respecto a los ingresos a raíz de este repunte en el grupo más joven de la población, “entre los estados que informaron datos sobre hospitalizaciones de jóvenes, los niños representaron entre el 1,6% y el 4,1% del total de sus hospitalizaciones. Por otra parte, entre el 0,1% y el 1,9% de todos los casos de Covid-19 en niños acabaron en hospitalización, según los nuevos datos”.

Sobre el número de niños fallecidos CNN informó que estos “representaron hasta el 0,27% de todas las muertes por Covid-19. Siete estados no han informado de ninguna muerte infantil por covid-19 Durante la pandemia”. Este último dato en cierta medida es cuestionable puesto que EE.UU. lidera hasta este minuto la lista con más enfermos y fallecidos a nivel mundial.

CNN en español destacó el hecho de que “hay una necesidad urgente de recopilar más datos sobre los impactos a largo plazo de la pandemia en los niños, incluyendo las formas en que el virus puede dañar la salud física a largo plazo de los niños infectados, así como sus efectos en la salud emocional y mental”.