Las autoridades sanitarias chinas decretaron este lunes el confinamiento de la ciudad de Shanghái, que tiene 26 millones de habitantes, con el fin de frenar la expansión de la variante Ómicron de la COVID-19.

Los directivos señalan que en un período de nueve días la ciudad será dividida en dos para conjugar el confinamiento con la realización de test masivos.

Desde la presente jornada hasta este viernes los distritos comprendidos al este del río Huangpu en la zona Pudong serán confinados, mientras el resto del territorio continuará a partir del primer día del mes de abril hasta el próximo martes.

Los movimientos de los ciudadanos serán limitados, teniendo en cuenta que solamente los que tengan una prueba PCR con resultado negativo en un plazo de 48 horas hábiles podrán abandonar o ingresar el territorio.

Las restricciones incluyen al transporte público y los vehículos privados, los cuales están vedados de circular las calles de la ciudad. Al mismo tiempo las empresas y fábricas verán suspendidas sus actividades, mientras que los trabajadores de oficina trabajarán de manera online.

A su vez los titulares de salud han convocado a la población que: “apoye, comprenda y coopere con el trabajo de prevención y control de epidemias de la ciudad, y participe en las pruebas de ácido nucleico de manera ordenada".

Entretanto, las estadísticas oficiales señalan que la ciudad de Shanghái ha registrado desde el inicio de la pandemia un acumulado de 5.293 casos positivos a la Covid-19. Actualmente, China atraviesa su peor ola de contagios mientras informó en su última jornada 1275 contagiados.