Charlas sobre mi embarazo: ¿padeciste de diabetes gestacional?

Si esta es tu primera lectura, te dejo saber que ya hemos tocado varias aristas, y sí, es la historia de mi embarazo y lo mucho que aprendí y sentí a lo largo de nueve meses, y en especial el tiempo que estuve ingresada por una serie de riegos que desarrollé.

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Acá arriba te dejamos los títulos anteriores y no sientas pena, el embarazo y el universo de miedos, inquietudes y emociones no te hacen rara, si lo piensas, casi todas pasamos por lo mismo y compartir lo que sentimos es como una autoterapia.

Cuando te hacen la captación, por si no lo sabes, esta es la primera consulta que se le hace a la mujer gestante con el fin de realizar una evaluación general, la doctora del consultorio y la ginecóloga del área te hacen un análisis sobre posibles riesgos a tener.

En ese momento mi primera glicemia aparentemente estaba en parámetros, por debajo de seis, pero debía hacerme más adelante una prueba de intolerancia a la glucosa, más conocida como PTG para descartar este problema, o en caso de que así fuera tratarlo.

Por desgracia la diabetes gestacional me tocó. Esto lo puede pasar a cualquiera, yo no tengo antecedentes de diabetes en la familia, soy delgada, no soy de comer dulces, y mucho menos chocolate, al punto de que cuando lo rechazo me miran con cierta expresión de reojo. 

Recuerdo que cuando me hice el PTG, ya estaba ingresada en el piso 7 del González Coro, me sentí muy mal, tenía mareos, náuseas, fueron minutos muy desagradables. Después de ese día, para mantenerme los niveles en rango solo tuve que cumplir con la dieta que me habían indicado.

Las seis comidas tenían sus calorías y alimentos específicos, horarios y restricciones. Tenía que tener cuidado con el plátano de fruta, no podía abusar del mango, todo era cero azúcares, incluso en la leche y el yogurt, que al principio no eran muy placenteros, pero después me acostumbré.

En aquel entonces una mañana me vino un antojo de tomarme una bola de helado, mi esposo me complació y siete horas después de aquel gusto recuerdo que el glucómetro daba una cifra alta. En fin, la dieta sí era clave y necesaria.

En la semana 37 cuando estuve en la sala de diabetes, conviví con otras embarazadas que sí eran dependientes de la insulina. No me gustaba ver tantos pinchazos, y hoy día me alarma cómo varias burlaban la dieta y después creían solucionarlo inyectándose más dosis.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la diabetes gestacional aparece durante el embarazo y se caracteriza por una hiperglucemia con valores que, pese a ser superiores a los normales, son inferiores a los establecidos para diagnosticar diabetes”.

La OMS también advierte que “quienes la presentan tienen más riesgo de sufrir complicaciones durante el embarazo y el parto. Además, tanto la madre como, posiblemente, sus hijos corren más riesgo de presentar diabetes de tipo 2 en el futuro”.

Asimismo, el Centro de Atención y Prevención de Enfermedades explica que “la diabetes gestacional puede aumentar el riesgo de tener presión arterial alta durante el embarazo, de tener un bebé grande y que le deban hacer una cesárea”.

Si estás embarazada y te han indicado hacerte un PTG te sugiero que no te rehúses a hacértela, el sabor del preparado puede ser excesivamente dulce, puede provocarte nauseas e incomodidades pero a la vez es un garantía para un embarazo seguro.