Bañarse o no bañarse, ¿es la cuestión? (parte II)
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En el texto anterior se hacía espacio no solo a la historia del aseo corporal, sino a la frecuencia con que se practica el mismo en diferentes países, y concluía con una singular -al menos para los cubanos- tesis de la Escuela de Medicina de Harvard, de que el bañarse a diario no mejora la salud y, por tanto, no debe hacerse cada día.
Foto: tomada de health.harvard.edu
Pero, sin desestimar esa postura, abundan los argumentos a favor de los beneficios del baño para la salud. Entre ellos que ayuda a eliminar el sudor, el sebo, las células muertas, las bacterias y otros agentes externos que pueden acumularse en la superficie cutánea y provocar mal olor, irritación o infección.
También se subraya el efecto relajante y estimulante que bañarse reporta sobre el organismo, ya que mejora la circulación sanguínea, alivia el estrés y favorece el sueño.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi dos tercios de la población mundial se baña a diario.
Los expertos consideran que bañarse una vez al día no es perjudicial. Más que la frecuencia, lo que importa es la cantidad de tiempo que se le dedique.
La OMS estima que las duchas no deben exceder los cinco minutos, debido al ahorro del agua, a la sostenibilidad, y también porque, como se consignaba en la primera parte de este material, se eliminan bacterias y microorganismos que protegen nuestra piel y ello puede ocasionar que esta se reseque o irrite, generando infecciones o reacciones alérgicas.
Es así que esa organización mundial sugiere que la ducha perfecta debe ser corta, con agua tibia, y se deben higienizar con especial atención las zonas que producen mal olor, como las axilas, los genitales, los pies y las ingles.
Foto: tomada de diariocorreo.pe
Pero también la OMS afirma que las aguas contaminadas y la falta de saneamiento básico obstaculizan la erradicación de la pobreza extrema, de las enfermedades en los países más pobres y son las principales causas de mortalidad infantil.
Según el Programa Conjunto OMS/UNICEF de Monitoreo del Abastecimiento de Agua y del Saneamiento, al menos 2 000 millones de personas en todo el mundo beben agua que puede estar expuesta a la contaminación de las heces.
Foto: tomada de elpais.com
Según estimaciones de ese programa, casi la mitad de los establecimientos de salud en el mundo carece de servicios básicos de higiene.
Entonces, se hace difícil en determinados contextos hablar de con qué frecuencia y durante cuántos minutos bañarse, cuando son tantos los que ni siquiera disponen de agua potable para beber.
Cómo y cuándo bañarse
A pesar de esas duras realidades a las que no debe dársele la espalda, es conveniente conocer a partir del criterio de entendidos, cuándo y cómo es mejor acometer ese necesario acto de limpieza corporal, marcado en cada país también por su clima, costumbres, cultura.
Aunque lo óptimo es bañarse con el agua templada, ni caliente ni fría (entre 30 y 35 grados centígrados aproximadamente), no faltan quienes abogan porque el baño mañanero se haga con el agua más bien fría. De esa forma se activan cuerpo y mente preparándolos para la nueva jornada.
Foto: tomada de iStock.com
Si el baño se toma por la noche, la recomendación es que la temperatura del agua tienda más a lo caliente porque así contribuye a dilatar los vasos sanguíneos y a relajar los músculos, libera la tensión acumulada durante el día y facilita el descanso.
Para lograr un buen baño, dentro de las posibilidades existentes:
- Se debería usar jabones neutros y sin perfume, ya que los otros pueden alterar el pH natural de la piel y causar irritaciones o alergias.
-Realizar el aseo de arriba hacia abajo, hacia los pies.
- No frotar demasiado la piel ni usar esponjas o cepillos abrasivos que puedan dañarla.
- Enjabonar una sola vez ya que repetir el proceso no aumenta la limpieza sino elimina la hidratación natural
- Al enjuagarse no dejar restos del jabón o gel utilizado
-Las orejas deben limpiarse con agua y jabón, con la cabeza inclinada hace el lado que se está lavando para evitar que entre agua
- Se debe secar bien el cuerpo después del baño, especialmente las zonas húmedas como los pliegues de la piel, las axilas o los genitales, para evitar la proliferación de hongos o bacterias
Foto: tomada de consejos.disfrutabox.com
-Por ecología y salud, atendiendo a las indicaciones de la OMS, el baño debe durar un máximo de 5 minutos, así no se gasta agua y es suficiente para la higiene corporal sin dañar el manto lipídico que protege la piel
- Los accidentes en el baño ocurren sobre todo debido a movimientos bruscos o cuando se dejan elementos fuera de lugar, lo cual puede ocasionar un resbalón. Por eso, todo movimiento realizado en la poceta o bañadera debe hacerse con sumo cuidado y cuidando siempre la estabilidad
Y sí, con estas temperaturas, al menos en nuestra isla caribeña y calurosa, bañarse es una necesidad y también un placer que habla de nuestra identidad como igual lo hace el buchito de café al levantarse, la hospitalidad, esa forma de mirar, de andar…
Porque aquí, como en otras latitudes, el baño es también, además de saludable, una forma más de relacionarnos con nuestro cuerpo, de cuidarlo y quererlo; una manera de respetar y considerar a los otros, y, en definitiva, también una expresión de nuestra cultura, de la cultura humana.
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