Atletismo rumbo a Tokio: El poder de los saltadores cubanos
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Mucha expectativa se había generado alrededor del debut del atletismo cubano en la tradicional gira invernal europea.
Lo cierto es que, tras una decena de meses de inactividad, luego de registrar a la Copa Cuba de marzo 2020 como último evento oficial, el sabor dejado por nuestros saltadores en su inicio ha sido sumamente grato.
Las notas en Do Mayor corrieron a cargo del estelar Juan Miguel Echevarría (8.18 metros) y la triplista Liadagmis Povea (14.54), quienes aprovecharon su victoria en Karlsruhe, Alemania, para encaramarse al frente de los listados anuales de sus respectivas especialidades.
A ellos los han secundado hasta ahora el también exponente de la longitud varonil Maykel Massó (8.08), y el saltador de altura Luis Enrique Zayas (2.24), con sendos segundos escaños.
Toca entonces radiografiar a cada uno de nuestros representantes, quienes antes, desde inicios de octubre intentaron aprovechar al máximo las bases de entrenamiento sostenidas en Camagüey, y Monte Gordo, Portugal, posteriormente, lo cual, por lo exhibido en su estreno, les dejó buenos dividendos:
Juan Miguel Echevarría: Es el portento de la longitud uno de los mayores talentos del atletismo universal en la actualidad. Fiel a la estrategia pautada con su mentor Daniel Osorio, Juan miguel salió en busca de un intento inicial fuerte y consiguió sus 8.18 dorados.
Luego realizó su segunda, cuarta y sexta ejecuciones clavando los pinchos en 8.09 en esta última.
Ahora bien, su estirón le permitió pasar a comandar la incipiente y rocosa campaña invernal, además de mantener con total intención su candidatura al cetro olímpico en los juegos Olímpicos de Tokio.
Hablamos de un saltador que a sus 22 años cuenta con una marca personal al aire libre de respetables 8.68 metros.
Además, su secuencia bajo techo ha sido la siguiente:
- Temporada 2017/2018: Registró 8.46.
- 2018/2019-8.21 metros.
- 2019/2020-8.41.
Como aditivo tiene el hecho de conjugar un físico envidiable; una carrera de impulso que ha ido engranando y puliendo en los últimos tiempos, para conferirle mayor estabilidad en sus registros y seguridad a la hora de saltar; y una potencia en su despegue que le ha permitido desarrollar la técnica de bicicleta durante su tiempo de vuelo.
Liadagmis Povea: Su ascenso en los últimos dos años ha sido incuestionable. De hecho, a Lia la tienen como posible candidata al podio en la capital nipona, en una modalidad en la que Yulismar Rojas, Catherine Ibargüen y la jamaicana Shanieka Ricketts se perfilan como los tres principales escollos.
Sus 14.54 en Alemania constituyeron tope personal en suelo techado, al que suma sus 14.77 del 5 de julio de 2019 en Lausana como registro cúspide a cielo abierto. Por cierto, la escoltaron en suelo teutón, bien distantes la finesa Kristina Makela (14.13), y la Bielorrusa Viyaleta Skvartsova (14.10).
Para Lia, esta constituye su segunda campaña bajo techo, luego de que en la precedente estampara respetables 14.52 en Gallur, España.
Otro elemento que da fe de su progreso es el hecho de que en la temporada 2019, su más intensa en cuanto a bregar competitivo extra-fronteras, la discípula de Yoelbis Quesada logró nueve saltos por encima de los notorios 14.60 metros, a razón de:
- 14.60 en dos ocasiones.
- 14.64 par de oportunidades.
- 14.65.
- 14.69.
- 14.71.
- 14.75
- 14.77
El pasado 2020, amén de la escasez de competiciones, Lia registró 14.55.
Maykel Massó: Por distintas razones, fundamentalmente asociadas a lesiones, el santiaguero había tenido un recorrido bien corto en competiciones bajo techo. De hecho, los 8.08 de Karlsruhe devinieron su mejor performance en dichos escenarios superiores a los 8.03 del lapso 2019/2020.
Massó posee 8.33 como salto cimero al aire libre, y de mantener sus saltos en ese entorno o un poco superiores, pudiera colarse entre los ocho grandes en tierras del Sol Naciente, e incluso pugnar por una presea.
Luis Enrique Zayas: El alumno de Juan Francisco Centelles y ahijado pródigo de Javier Sotomayor continúa dando muestras de su madera. Su inicio plateado con 2.24 en Údine, Italia reafirma su estado de gracia, luego de una etapa 2019/2020 en la que sobrevoló la varilla a 2.33, su mejor salto de por vida hasta ahora.
Zayas, además, posee 2.30 metros al aire libre, su registro ganador en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y una altura que ha superado en más de una oportunidad.
Nada, que al parecer la estela y aureola del Soto, y la planificación de Centelles, conducen a Zayas por muy buen camino. A propósito, este martes tendrá su segunda presentación en Eslovaquia.
Cuatro ases al tiro, y una proyección que, de no presentar interrupciones o fantasma de lesiones, bien pudiera acariciar la gloria en la capital nipona. Eso sí, con algo de mejoría en sus actuales registros.
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