Amor de perro y el horror de las emociones
especiales
Los crímenes reales de David y Catherine Birnie sustentan la trama de Amor de perro (2016), un thriller de terror dirigido por Ben Young y seleccionado como propuesta para este viernes 24 de julio en La séptima puerta.
La cinta australiana se centra en Evelyn y John White, una pareja desequilibrada que secuestran a Vicky. La muchacha cautiva comprende que su única carta de supervivencia consiste en crear un conflicto entre sus secuestradores.
Stephen Curry y Emma Booth dan vida a los depredadores sexuales que, junto a Ashleigh Cummings (Vicky Malone), sostienen una historia sobre la base del horror psicológico y físico, en la que la manipulación y los juegos mentales complementan el argumento del relato.
Un filme que incita al espectador a ir más allá de lo que se muestra en pantalla; que delimita el espacio, en su mayor parte, al interior de una casa, lo que propicia una atmósfera de suspenso a través del uso de las elipsis.
En el mismo, Young expone la dinámica que se establece entre estos tres personajes que accionan bajo las emociones propias de sus circunstancias. De esta manera observamos el peculiar comportamiento de la pareja, quienes, a pesar de su realidad violenta y traumatizada, se mueven a partir del temor y la inseguridad; así como la transformación que sufre su víctima y las decisiones que toma ante los conflictos que enfrenta.
Entre otros méritos, Amor de perro logró posicionarse en la selección oficial del Festival de Venecia. La crítica especializada, además de elogiar el metraje en su totalidad ―como resultado final de un simple argumento motivado por un secuestro―, resaltó su excelente banda sonora y su exquisito trabajo de fotografía.
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Sami
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