EE.UU. crea una nueva unidad para hacer frente al terrorismo nacional, en medio de crecientes amenazas de supremacistas blancos y activistas antigubernamentales.

El subsecretario de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Matthew Olsen, anunció el martes que el Gobierno estadounidense está creando una nueva unidad para que enfrente “una amenaza elevada de extremistas violentos domésticos”, quienes son los individuos que “buscan cometer actos delictivos violentos” dentro del país norteamericano, a fin de “promover objetivos sociales o políticos”, agregó.

“Hemos visto una creciente amenaza de aquellos que están motivados por animosidad racial, así como de aquellos que se adhieren a ideologías extremistas antigubernamentales y contra las autoridades”, añadió.

Olsen además determinó que la nueva unidad será parte de la División de Seguridad Nacional y trabajará para “garantizar que estos casos se manejen adecuadamente y se coordinen de manera efectiva” en todo el Departamento y en todo el país.

El funcionario estadounidense confirmó que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) ha duplicado el número de investigaciones sobre presuntos extremistas violentos desde la primavera del 2020.

El 6 de enero de 2021, se produjo un asalto al edificio del Capitolio por un grupo de manifestantes, que arengados por el expresidente Donald Trump, con un discurso repetitivo de denuncias de fraude electoral, intentó impedir al Congreso ratificar al demócrata Joe Biden como el 46.º presidente de Estados Unidos. Un suceso que se saldó con cinco muertos y varios heridos.

El Departamento de Justicia estadounidense ha presentado cargos penales contra más de 725 personas derivadas de los referidos disturbios. Algunos de los acusados son miembros o están asociados con grupos de extrema derecha, incluidos Proud Boys, Oath Keepers y Three Percenters.