Al pueblo no se baja, se sube
especiales
Ilustración: Martirena
Ha sido habitual en centros de trabajo, reuniones de organizaciones y otros espacios escuchar frases como: “nos bajaron esta indicación”, “hay que esperar a que baje el autorizo”, y, la más lamentable aunque dicha con la mejor de las intenciones: “hay que bajar al pueblo”.
El hacer y decir de la Presidencia de la República y del Partido Comunista de Cuba actualmente ratifican que al pueblo no “se baja”.
El propio Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del PCC, ha reiterado que “como servidores públicos, lo primero es servir al pueblo, facilitarle la vida…”
Y los servidores públicos no bajan al pueblo, se deben a él, porque de él han nacido y ha sido el propio pueblo el que los eligió y los apoya. Sobran los ejemplos y las estadísticas que así lo confirman.
Esta tesis que refrenda la posición del pueblo en lo más alto de la estructura social cubana, y no viceversa, también la ratificaba muy recientemente el miembro del Buró Político y Jefe del Gobierno de la República, Manuel Marrero Cruz, cuando aseguraba que “En Cuba toda la soberanía radica en el pueblo, y a él nos debemos todos los cuadros”.
Fue durante un intercambio por videoconferencia con responsables de equipos de atención a la población en organismos nacionales y en los territorios.
En esa oportunidad, Marrero Cruz también apuntaba que tras la culminación del 8vo. Congreso del PCC -el congreso de la continuidad, precisó-, las nuevas generaciones de cuadros tenemos que garantizar esta (la continuidad) defendiendo en primer lugar la confianza que el pueblo ha depositado en la Revolución.
Y esa confianza es abonada día tras día por un actuar consecuente de la dirección del país. Lo mismo en recorridos por los territorios, que en las reuniones con científicos, con productores de alimentos, con juristas... en cada espacio de la agenda cada comprobación, cada proyecto, cada regaño y cada estímulo son en función del pueblo.
Igual ocurre en las redes sociales, donde no es difícil encontrar respuestas de ministros y otras autoridades a ciudadanos que han expresado su queja o preocupación.
Claro, lamentablemente todavía no es una práctica generalizada. En oportunidades, a veces directivos de nivel intermedio y también aquellos que se desempeñan en centros de servicio o productivos, se proyectan como si estuvieran haciéndole un favor al ciudadano que acude a ellos, o los hay también que ni “el favor” quieren hacer: no te reciben o dan una respuesta totalmente insatisfactoria, en ocasiones hasta con viso de maltrato.
Quienes así actúan parecieran no ser conscientes que se deben a ese pueblo, que son servidores públicos y no seres beneficiados por algún privilegio o don divino que los vuelve intocables y merecedores de perpetua reverencia.
Pero esas conductas y equivocaciones han de seguir modificándose. No por gusto en la Resolución del 8vo.Congreso del Partido sobre la Valoración acerca de la Política de Cuadros del Partido, la UJC, las organizaciones de masas, el Estado y el Gobierno. Papel del Partido para alcanzar resultados superiores, “Se ratifica que quienes dirigen deben acrecentar su vínculo con las masas, tener capacidad de movilizar, argumentar, dialogar y ser resolutivos, elevar la sensibilidad política y humana…”
La población sabe de cuánto se hace en la actualidad para que en todos los casos e instancias se vuelva práctica dicho postulado; y lo sabe porque, como decía el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República en la clausura de ese histórico 8vo. Congreso del PCC , y lo reitera a menudo, somos “un pueblo con aguda percepción, capaz de reconocer a distancia el falso compromiso y la doble moral”.
Las recientes reuniones de trabajo del Secretariado del Comité Central del Partido con dirigentes del Partido y del Gobierno en varias provincias , y que tendrán continuidad en otros territorios, también evaluaron estos importantes conceptos.
Muchos y diversos son los ámbitos en que se tensionan cuerdas para ahondar en el convencimiento de que al pueblo “no se baja”, aunque no sea esa la expresión empleada.
El Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, lo subrayaba a finales del mes pasado de otro modo, pero con igual intención:
“…todos los cuadros tenemos que tener un alto grado de sensibilidad y humanismo para orientar y atender al pueblo del que somos parte.
“El funcionario que no atiende a la población, que no escucha a una persona hasta el final y lo interrumpe y empieza a dar justificaciones, no es merecedor de la responsabilidad que tiene”.
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Antonio Reyes Sanchez
Anónimo
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