Agresión a Buena Fe: ¿Qué tipo de libertad van a darme?
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Buena Fe. Foto: @AlpidioAlonsoG
El episodio de agresión violenta en la hamburguesera de Barcelona contra los integrantes de la agrupación cubana Buena Fe nos muestra el rostro del futuro, el programa del cambio, la calidad de los líderes que se disponen a liberarnos.
"¿Este tipo de chusma insensible, intolerante, fascista, es la que promete "liberar" este país, es la que va a traer bonanza a este pueblo?", se preguntaba el músico y diputado Arnaldo Rodríguez durante la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y él mismo respondió enseguida: "ese cuento no se lo cree nadie, compay".
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La historia de Buena Fe en España lleva días ocupando titulares en los medios cubanos, desde donde se ha denunciado acoso, censura, agresiones y amenazas, tanto a los músicos como a sus anfitriones (familias incluidas). La indignación ha sido inevitable y explícita en los perfiles en redes sociales de gente común y corriente que sigue la obra de Buena Fe dentro y fuera de la isla, incluso entre personas que no son fans del grupo, pero tienen una idea de la libertad que, evidentemente, no encaja en los cánones de ciertos medios.
El toque, por ejemplo, ante el incidente de la sala Galileo Galilei, puso en la mira "el derecho al boicot como forma legítima de protesta", mientras CiberCuba y Diario de Cuba ponderan en sus titulares el valor de emigrados cubanos de "enfrentar" a Buena Fe (músicos, ni políticos ni soldados) en un Burguer King.
Por un lado, tanta Cuba en el nombre y tan poco sentido de lo que viene siendo "tener valor" a lo largo de la historia de esta tierra. Por otro, la razón del castigo: ejercer el derecho a pensar, decir y cantar en disonancia con lo que los pretendidos voceros de "la libertad" consideran aceptable. O sea: eres libre de decir lo que yo pienso, y si no, atente a las consecuencias.
Todo este circo romano, al mejor estilo del nuevo imperio, causa indignación y asco, por supuesto, pero sorpresa no. A estas alturas, las bajezas del adversario son jugadas cantadas que vienen con el paquete pesado de la necedad, de la definición; uno planta bandera y asume las consecuencias: es la guerra.
Una guerra asimétrica, no convencional, que no comenzó esta semana en España contra Buena Fe; la han sufrido artistas cubanos de todas las manifestaciones, en muchos escenarios. La lista es larga y comienza con la locomotora: Van Van, el tren de la música cubana, ha sido blanco de ese ejército que no cree en el songo ni en el virtuosismo, lo de ellos es gritar y gritar.
Haila María Mompié y Annie Garcés, porque la sororidad y la lucha contra la violencia de género, para algunos y algunas, solo vale si es posible echarle la culpa al gobierno cubano.
Paulito FG, Alexander Abreu, Pedrito Calvo, también han estado en el colimador de porquería que lanza a diestra y siniestra, porque el delito no es estar a la derecha o a la izquierda, sino estar de pie y en Cuba.
Raúl Torres y Arnaldo Rodríguez son diputados, no escatiman frases prohibidas como "abajo el bloqueo" o "Patria o Muerte", así que tienen firmada su sentencia y bien ganado el fanatismo de Otaola y etc.
Y ya no sigo, pues siento que me repito de otros textos sobre el mismo tema. Y es que así ha sido, una batalla detrás de la otra. Estoy por pensar, como dice una amiga mía, "que es mentira eso de que allá afuera, si trabajas mucho, te va bien y eres feliz, porque tan dedicados al chanchullo como veo a unos cuantos, creo que ni trabajan, ni son felices". Y digo yo: ¿será que es justamente ese su trabajo?
Solo uno más en la lista: Tony Ávila. Lo entrevisté hace años, recién llegado de Miami. Esto me contó entonces sobre un programa de televisión al que fue invitado y el decursar de su gira a partir de ahí:
"Se profirieron improperios, ofensas muy fuertes, que realmente laceran, lastiman… fue muy desagradable, pero yo me sentí tranquilo y estoy tranquilo, porque de lo que se me acusó, que fue de golpear a las Damas de Blanco, yo nunca lo hice; después pusieron una foto en la que aparece la supuesta víctima con un golpe en la boca en un montaje pésimo que hicieron, porque ni yo, que soy anti-informático casi, haría tan pobre y burdo montaje, con una foto mía que incluso yo la tengo en mi casa, es una foto mía en El Sauce, que al final del concierto estaba saludando a alguien con las manos como entrelazadas y me toman así…"
¿Qué repercusión tuvo todo ese show?
"Por supuesto que provocó todo un incremento en los medios y en las redes de la hostilidad contra mi persona, y a la vez también contra Cuba, porque el objetivo es, justamente, a través de cualquier persona que esté allí, cualquier músico, cualquier oportunidad que tengan, atacar a Cuba y atacar a los cubanos…
"Además, eso provocó que todos los medios comenzaran a agredir, a amenazar. Un grupúsculo de gente del corazón de la mafia cubanoamericana de Miami fue incluso directamente a la casa del dueño de The Place, que era el lugar donde yo cantaba al día siguiente; lo amenazaron de acabar con su familia, con su negocio, de arruinarlo; le hacían llamadas a su móvil muy agresivas, hostiles. El hombre tuvo miedo, por supuesto, se trataba de su familia, de su vida, y yo estaba ahí por unos días nada más, y canceló el concierto sin contar con nosotros. Finalmente, él mismo se convenció de no ceder a las presiones de nadie y se hizo el concierto, se llenó el lugar, fueron muchos amigos que hace años ni veía, gente que me dijo: estamos aquí para apoyarte, para que sepas que no estás solo aquí en Miami, que hay mucha gente que te quiere. Fueron muestras de cariño realmente importantes en ese momento".
¿Y qué pasó con el resto de los conciertos previstos en Miami y el de Puerto Rico?
Las demás funciones en Miami se cancelaron por la misma presión esta que había, y a Puerto Rico fuimos con la esperanza de que se diera sin problemas, pero pasó lo mismo, las dueñas de Yerbabuena también suspendieron, en parte por la carta de Ileana Ross al Departamento de Estado. Ellas mismas declararon que “si Ileana Ross está metida en esto, por algo debe ser”.
Fin de la cita. Cualquier semejanza no es pura coincidencia, es otro combate de la misma guerra. Otro que ganamos, por cierto, pues después de eso Tony sigue en casa, dispuesto a contribuir, desde su música, con los cambios que su casa necesita.
Hoy, nuestro apoyo a Buena Fe; mañana, probablemente, a la diva del Buena Vista Social Club, Omara Portuondo, para cuya próxima presentación en España ya andan orquestando también un "legítimo boicot". Después me puede tocar a mí, aunque no canto ni como frutas (están caras), o a ti, que vas empujando tu negocito en Cuba para sacar adelante a tu familia, o a usted, doctor, que sigue atendiendo pacientes en un hospital de este país, o a ella, que no ha pedido la baja de Educación, porque todo eso, hasta ir al agro los domingos y comprar tres malangas, si de pronto conviene, puede convertirte en un "esbirro de la dictadura". Es la guerra fascista.
Entonces, tal cual enfatizó el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, estamos con Buena Fe y con todos los artistas que han sido y son agredidos, vilipendiados, asediados; con ellos y con cada cubano y cubana que, desde cualquier latitud, con o sin consignas, amamos este país y vamos a seguir cantando porque nos sale de donde ustedes saben... del alma. Esa es la única libertad que conozco.
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Niurka
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