Puriales de Caujerí, comunidad enclavada en el municipio de San Antonio del Sur, fue objeto de sustanciales daños ocasionados por las lluvias asociadas a la tormenta tropical Isaac.

Durante un recorrido efectuado este domingo, los integrantes del Consejo de Defensa Provincial (CDP), corroboraron, in situ, que los 362 milímetros de lluvias caídas en San Antonio, en un lapso de 24 horas, fueron las causantes de que el caudaloso río Sabanalamar saliera de su cauce y se adentrara en calles y viviendas.

Según informaron pobladores de Puriales a Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del CDP, esa avenida fue inesperada y se produjo a partir de la noche del sábado, por lo cual tomó de sorpresa a la vecindad.

El fenómeno, que tuvo su origen en el agua procedente del macizo Sagua-Baracoa, causó 10 derrumbes totales de viviendas, y 11 parciales, con pérdidas significativas de medios materiales, principalmente electrodomésticos.

También se reportaron 38 inmuebles con perjuicios menores, según Walter Gamboa Cueto, Presidente del Consejo de Defensa Municipal, quien explicó a la AIN que la crecida destruyó las barandas del puente, sobre el río, y acumuló gran cantidad de madera y otros materiales debajo de esa obra de fábrica mayor.

Tal circunstancia impidió el flujo normal del río aguas abajo, y que al salirse de su curso invadiera calles, hogares y entidades estatales, incluida una farmacia, explicaron especialistas de Recursos Hidráulicos.

El Sabanalamar alimenta a la presa Pozo Azul, a través de un trasvase, considerado una de las mayores obras hidráulicas del país, y garantiza hace dos años un riego de mayor calidad a las cooperativas, unidades básicas de producción cooperativa y otras formas de producción actuantes en el valle.

Si bien estas lluvias han sido beneficiosas para la agricultura, obligan a un esfuerzo para proteger provisionalmente, y en casas de familiares y amigos, a aquellos cuyas viviendas han sufrido los embates de la tormenta Isaac, coincidieron los integrantes del Consejo de Defensa Municipal.

Durante la reunión de ese órgano se subrayó la necesidad de restablecer el servicio eléctrico de inmediato, tarea que ya ejecuta la Unidad Empresarial de Base de la Empresa Eléctrica, poner en función el acueducto, y reparar el vial Puriales-La Zona, el cual se encuentra intransitable y comunica a esta localidad, con la de Viento Frío.

También se resaltó la solidaridad entre vecinos, ya que los habitantes que no fueron afectados por la situación hidrológica, o la padecieron en menor medida, coadyuvaron a la recuperación de muebles y objetos personales arrastrados por la corriente, y los entregaron a sus dueños.

Enia Estevez, de 42 años, cuya morada se desmoronó, agradeció la cooperación de amigos y familiares y confesó sentirse segura de que las autoridades del municipio y la provincia harán lo posible para ayudarla a paliar la difícil situación en que se encuentra.

"Esta seguridad solo me la inspira una Revolución como esta", sentenció.