Omara Durand: Tiempo de reivindicación

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Omara Durand: Tiempo de reivindicación
Fecha de publicación: 
21 Agosto 2012
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¿Qué sale como amplia favorita para imponerse en los 100 y 200 metros planos en el Estadio Olímpico londinense? Nadie lo duda, sobre sus hombros pesan sendos récords del orbe en la categoría T-13. Sus 11.99 en el hectómetro la convierten en la única mujer con discapacidad capaz de rebajar los 12 segundos. En el doble del recorrido 24.24 brillan también como crono único.

 

Poco más de una semana la separa de su estreno, cuerpo y mente por completo en función de la reivindicación. Hablamos de reivindicación porque en Beijing 2008 se conjugaron varias cuestiones para que la santiaguera Omara Durand, con el cartel de favorita, no pudiera emerger con presea alguna.

 

Contaba solo 16 años pero llegó precedida de resultados de renombre. Su debut 12 meses antes en el Campeonato Mundial para Ciegos y Débiles Visuales, disputado en Sao Paulo estuvo marcado por los títulos en 100 y 200 metros. Los Juegos Parapanamericanos de Río de Janeiro en el propio 2007 le depararían otras tres coronas, incluido récord continental entonces de 56 segundos en la vuelta al óvalo.

 

Volviendo a los escollos que se le presentaron a la indómita en el gigante asiático: el primero de ellos una ruptura de miofibrilla en el muslo derecho que acarreó consigo deudas en los entrenamientos y la llegada a la sede un poco distante de la forma óptima. Para colmo de males corriendo los 400 en el Nido de Pájaro sufrió una distensión muscular. Eso la trastocó psicológicamente y la vetó de escalar al podio de premiaciones. Su infortunio no duraría mucho.

 

CORONAS, PLUSMARCAS… EL PREMIO A LA CONSTANCIA

 

Para quien lleva 13 años volando sobre las pistas y posee el areté de Durand, el reponerse de un golpe como el ocaso en tierras chinas puede resultar engorroso. Sin embargo la velocista de Chicharrones, en Santiago de Cuba, quien practicó por primera vez bajo la tutela de Reinaldo Cascaret en el Rekortán apostó a la entrega y la constancia como elementos claves:

“Di todo en cada sesión de entrenamiento como si fuera la última, no faltó el apoyo de mi entrenadora Miriam Ferrer, mi familia y el resto del equipo de atletismo. Tenía esa espina clavada, esperé mucho hasta que llegó la oportunidad en el Mundial de Christchurch, Nueva Zelanda 2011.”

 

El parque Queen Elizabeth II atestiguaría la estela dejada por las zapatillas de Omara. Primacía para certámenes del orbe con 54.87 en los 400 metros, a solo 41 centésimas del registro cúspide, en poder de la estadounidense Marla Runyan desde el 3 de enero de 1995. En la mitad del trayecto firmó con plusmarca universal de 24.24.

 

Lo mejor estaba por llegar. Noviembre del propio año, estadio Telmex de Guadalajara, final del hectómetro. Atónitos todos, Durand registró 11.99, primera mujer discapacitada en la historia en rebajar los 12 segundos, un evento en el que prácticamente se estrenaba. Peroposeía claves de sobra para materializarlo: óptima preparación, adaptación a la altura, aperitivo dorado en Nueva Zelanda: “Miriam me dijo que me veía en muy buena forma, en condiciones de salir a correr por una buena marca y... salió”.

 

ENTRE LA POTENCIA Y… EL LADO FLACO


Paradójicamente y en contraste con el asombroso registro en los 100 la prueba fuerte de Omara son los 200. Confiesa ser mejor en la recta final, rematando. Se adapta a la competencia en la medida en que esta avanza.

 

Débil, su arrancada, reflejo de su personalidad, se califica de dormilona, aunque afirma que no le cuesta despertarse temprano para entrenar. Muy positivo su aprovechamiento de cada sesión de prácticas. Lo que sale allí luego fluye en competencia, donde todo ese ser pausado se transforma.

 

Eso no lo es todo, Omara es una atleta sumamente balanceada, fuera de las pistas terminó el tercer año de la licenciatura en psicología, lee en especial Don Quijote de la Mancha, pues refiere tiene pasajes muy interesantes, escucha baladas y atiende, cuando puede, a su familia que tanto la apoya, su madre Adys Elías, su hermano Osmany Durand y su novio desde hace cinco años, el martillista Noleisis Bidet, con quien comparte la cotidianeidad en el estadio panamericano. Confiesa que en gran medida los resultados obtenidos hasta ahora se los debe a ellos y a Miriam, que ha sido entrenadora, madre, amiga, hermana, “por lo tanto me gusta ser agradecida.”

 

Poco más de diez días faltan para la casi segura reivindicación de Omara Durand, 1 513 atletas pugnarán en Londres, cifra récord de participación femenina. De ellas 360 lo harán en el llamado deporte rey. Allí estará Omara, de 1.70 metros de estatura y 58 kilogramos de peso, quien desde el pasado siete de agosto ultima su preparación en Glasgow, Escocia. Un único objetivo la perturba: sacudirse del sinsabor de Beijing. Esperemos lo logre, si es con cronos excelsos, mejor.

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